¿Por qué la educación católica es tan rentable para la sociedad?

La Conferencia Episcopal Española (CEE) publicaba este lunes un estudio de la prestigiosa consultora Price Waterhouse Coopers (PwC), en el que establecía que un centro educativo de la Iglesia aporta, por cada euro que recibe del Estado, 4'1 euros a la sociedad.

En la primaria, secundaria y bachillerato, la cifra que retornan las instituciones eclesiásticas es del 3,3 euros (14.252 millones en total). Dentro de la universidad, la cifra asciende hasta los 9'6 euros (5.483 millones de euros).

Cabe preguntarse por qué la labor de la Iglesia permite esta millonaria contribución a las arcas públicas y, de esa forma, una mayor rentabilidad para la sociedad. Tres han sido los criterios cuantitativos con los que ha trabajado PwC para elaborar el informe:

1) La futura contribución a la Seguridad Social de los estudiantes (en su valor actual): Se calcula que la tasa de fracaso escolar en la escuela católica es de un 38% menor que en otros centros, de un 49% menor en el bachillerato y de un 36% menor en las universidades, lo que permite aportar unos 2.400 millones de euros a la sociedad.

Estos datos permiten asegurar un mayor éxito académico de los estudiantes en todas sus etapas formativas hasta que terminan la universidad, y permite aumentar la contribución de los futuros trabajadores a la Seguridad Social.

2) Su contribución a través del IRPF: El estudio señala, además, que los titulados que salen de universidades vinculadas a la Iglesia Católica aportan un 14 por ciento más en impuestos (169.000 euros por titulado) que el promedio de graduados (148.000 euros), a lo largo de toda su vida laboral. Esto es así porque la formación que reciben les garantiza un mayor grado de especialización laboral, y por ende mayores posibilidades de encontrar trabajo al terminar sus estudios.

Estas universidades son de diversas tipologías: Las dos universidades pontificias (Pontificia de Salamanca y Pontificia de Comillas) tienen 11.164 alumnos; las tres universidades católicas (Murcia, Valencia y Ávila) tienen 19.761 alumnos; las dos universidades eclesiásticas (San Dámaso en Madrid, tiene 3.624 alumnos y Sant Pacià, 1003 alumnos); y otras ocho universidades de inspiración católica (Deusto, CEU-San Pablo, Francisco de Vitoria, CEU-Cardenal Herrera, Abad Oliva CEU, Navarra, Ramón Llull, San Jorge) cuentan con 51.873 alumnos.

3) El salario percibido: La web especializada en comparación de salarios Emoulment estableció en 2016 una lista de las universidades cuyos estudiantes conseguían mayores sueldos a nivel europeo. La iglesia pontificia de Comillas era considerada una de las mejores y los egresados cobraban, de media, 80.000 euros anuales.

Los centros católicos permiten un mejor posicionamiento dentro del mercado laboral, gracias a la posibilidad de realizar prácticas remuneradas en empresas específicas de cada sector. La continuidad laboral en ellas es uno de los puntos fuertes que permiten las instituciones religiosas.