Sacramentos “de campaña”

25 militares españoles, destacados en la Base Miguel de Cervantes en Marjayoun (Líbano) han recibido, respectivamente, un bautismo, dos primeras comuniones y todos ellos la confirmación, de manos del arzobispo maronita de Tiro.

Lo mismo sucedió en la base de Besmayah, en Irak, con otros 17 militares, que recibieron los sacramentos de manos del nuncio apostólico Alberto Ortega. Todos ellos han querido iniciar -o recomenzar- su vida de fe al calor de la circunstancia que están viviendo en Oriente Medio.

Actualmente hay desplegados en el Líbano unos 700 militares españoles que participan en la Operación Libre Hidalgo, formando parte de la Fuerza de Naciones Unidas encargada de la vigilancia de la frontera entre Líbano e Israel, una zona especialmente caliente en estos momentos.

El capellán de la unidad, Carlos Manjón, manifestó ante el arzobispo que a lo largo de estos meses de misión, estos militares españoles comenzaron un reencuentro con Dios y con ellos mismos: bautizarse, confirmarse y recibir a Jesús en la Eucaristía es el resultado de un camino interior que conduce a un compromiso definitivo e inquebrantable con Cristo y con su Iglesia, que ellos vivirán en el contexto de su servicio en las Fuerzas Armadas.

Junto al arzobispo Nabil El Hajj concelebraron varios sacerdotes maronitas de poblaciones en las que sirven los militares españoles y los capellanes castrenses de los contingentes español y francés en El Líbano. Junto al improvisado altar se entronizó la imagen expedicionaria de Nuestra Señora de Guadalupe, protectora de esta Brigada, procedente de Extremadura.

Por lo que se refiere a la ceremonia en Besmayah, en Irak, tras administrar los sacramentos, monseñor Alberto Ortega asistió a la entronización de la cruz y bendijo el monolito a los Caídos por la Patria, de reciente construcción, antes de charlar largamente con los militares españoles.