El testimonio de Vincent Lafargue tras una experiencia cercana a la muerte: "¿Por qué no intentas detenerme?"
Un compañero le hizo ver que sufría un 'tic' al pronunciar la palabra "rápido", algo que le llevó a reflexionar sobre su forma de vida. De ese modo, comenzó a rezar
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Aunque fue en una familia católica, Vincent Lafargue no era practicante. A la edad de 25 años, el entonces joven Lafargue tenía un planteamiento de la muerte muy lejano, ya que pensaba "que era inmortal". Además, su ritmo de vida era veloz, de forma que "solía hacer todo extremadamente rápido". De hecho, tenía tres trabajos al mismo tiempo.
Sin embargo, un compañero le hizo ver que sufría un 'tic' al pronunciar la palabra "rápido", algo que le llevó a reflexionar sobre su forma de vida. De este modo, comenzó a rezar en el interior de su corazón, llegando a retar a Dios.
Mientras conducía en moto, Vincent se detuvo en un semáforo en rojo. En ese momento, se dirigió a Dios: "Sé que voy demasiado rápido y que este tic dice algo sobre mi vida. Estoy haciendo demasiado y me gustaría poder frenar, pero no sé cómo hacerlo, especialmente porque amo todo lo que hago. Si eres tan inteligente, si realmente existes, ¿por qué no intentas detenerme?".
En ese momento, el semáforo se puso en verde. Después de unos 100 metros, Vincent chocó contra un coche que no había visto a causa de una ilusión óptica que se encontraba en la carretera: "se sintió como chocar contra una pared a 100 millas por hora (160 km por hora). Fue muy violento", narra Vincent.
Afortunadamente, aunque era extraño en el año 2000, la conductora del coche poseía un teléfono móvil con el que llamó al número de emergencias, viendo que el joven se encontraba tendido en el suelo sobre un charco de sangre. Dos minutos después, llegó al lugar un coche de policía y lo trasladó al hospital. Una vez en el centro sanitario, tuvo que ser llevado al quirófano para ser operado debido a una hemorragia interna. Poco antes de llegar a la sala, su corazón se detuvo.
Una experiencia cercana a la muerte le cambió la vida
"De repente vi a una persona herida en una cama, gente moviéndose a su alrededor, y luego escuché un pitido que indicaba que un corazón se estaba deteniendo. Estaba preocupado por esta persona sin entender que era yo", explica el P. Lafargue al relatar su experiencia cercana a la muerte. Después se dio la vuelta y vio una luz, entendiendo que se trataba de la presencia de Dios: "Esta luz estaba habitada, no por una persona visible, sino por una presencia evidente, que era amor incondicional".
Esta experiencia duró tan solo un minuto, aunque a él le pareció más prolongada. Vincent afirma que fue "arrojado de nuevo a mi cuerpo", momento en que comenzó a sentir nuevamente el dolor causado por el accidente.
Después de esta experiencia, su vida cambió totalmente, tomando como base tres aspectos fundamentales: "Primero, el hecho de que ya no le tengo miedo a la muerte. El segundo elemento es la voluntad de cambiar mi vida. Pasé de mis tres trabajos a la vocación sacerdotal. La tercera característica es la necesidad de estar al servicio de los demás".
Después de un regreso a la fe impulsado por este momento de su vida, Vincent sintió la llamada del Señor a la vida sacerdotal, por lo que ingresó al seminario, para ser ordenado algunos años después. Actualmente es capellán del hospital de Ginebra donde su vida fue salvada, no solo en el aspecto físico, sino también espiritual y eterno.