Comenzó en 2014

Ucrania, una guerra “olvidada en Europa”

Así es como la ha definido Sviatoslav Shevchuk, el arzobispo mayor de la Iglesia Greco-católica ucraniana, que denuncia que ya no se hable de esta guerra.

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Ucrania, una guerra “olvidada en Europa”

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El pasado domingo, el Papa Francisco visitó la Basílica de Santa Sofía, en Roma, sede de los greco-católicos ucranianos. Un día histórico, pues es la tercera vez que un Papa visita esta templo. Francisco se dirigió a los tres mil ucranianos allí presentes, pero también a toda la nación, diciendo que comprendía su angustia por el flagelo de la guerra y pidiendo al Príncipe de la Paz que "silencie las armas", para que termine el sufrimiento de este pueblo.

El joven Sviatoslav Shevchuk ha confesado al semanario Alfa y Omega su indignación porque ya no se habla de la tragedia que asola su país. En 2014 las fuerzas rusas ocuparon las regiones orientales de Donetsk y Lugansk. De los cinco millones de personas que vivían allí, ahora quedan solo dos. Ucrania tiene más de dos millones de desplazados internos. En esta zona tienen lugar enfrentamientos todos los días, la mayor parte de las escuelas, y muchas infraestructuras están destruidas. Las víctimas se cuentan por millones y Ucrania apenas puede atenderlas.

El conflicto tendrá además, otras consecuencias imprevisibles. Por ejemplo, el impacto ecológico del cierre e inundación de numerosas minas de carbón. Consciente de todo ello, el Papa Francisco lanzó en 2016 una campaña por Ucrania que secundaron los episcopados europeos; la campaña recaudó 16 millones de euros, una suma extraordinaria que ha permitido una acción humanitaria como nunca antes había lanzado la Santa Sede. Ucrania tiene un lugar especial en el corazón de los papas, por el testimonio de fidelidad de los católicos de rito bizantino, que se han mantenido unidos a Roma a pesar de numerosas persecuciones.

En el actual conflicto se entrecruzan las razones políticas y las identidades religiosas, por eso Francisco insiste en la unidad y el diálogo entre las distintas iglesias como factor esencial para lograr la paz.

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