In memorian
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Un año que termina se presta a mirar a los doce meses que acaban. A mirar qué nos ha sucedido, qué nos ha pasado. Suelo terminar el año revisando las defunciones de los 365 días terminados. Supongo que es una manera de recordarme la fugacidad de la vida. También que nada tengo que no haya recibido. Y que no soy más que un eslabón de una cadena. Que la Iglesia es una comunidad de creyentes y que reconocer y recordar a los que han sido antes que uno, es uno de los deberes de caridad. Recordar. Reconocer. Rememorar.
Y este año 2021 tiene mucho que recordar.
En enero, el 28, moría don Juan del Rio, Arzobispo Castrense, anteriormente Obispo de Jerez, y vinculado a este medio de Ecclesia intensamente por ser presidente de la Comisión Episcopal para las Comunicaciones Sociales, ámbito este al que estuvo vinculado muy intensamente ya en la conferencia de obispos de Andalucía. Hombre afable, cercano y agradable, su muerte dejó una profunda tristeza en sus cercanos.
En febrero, el 1, moría Jean Pierre Jossua, teólogo dominico francés, de origen judío y convertido al catolicismo, se hizo fraile predicador y dedicó su vida a profundizar en el misterio de la fe, dialogando con la cultura actual, especialmente con el mundo de la literatura, tratando de localizar en ella, las puertas al misterio, la inquietud del aboluto.
En marzo, el 9, moría John C. Polkinghorne, físico inglés y sacerdote anglicano, profesor en Cambridge y Premio Templeton en 2002, fue uno de los máximos exponentes del diálogo ciencia y fe, ámbitos de los que era conocedor con igual profundidad.
En abril, el 6, moría Hans Kung, polémico teólogo postconciliar suizo de origen, que fue exponente de toda una corriente que quiso llevar y hacer evolucionar a la Iglesia por algunas de las sendas abiertas por el Concilio Vaticano II, no en demasiada línea de la continuidad que señaló Benedicto XVI.
En junio, el 21, moría Jean Gueguinou, diplomático francés, hombre culto y atento, fue presidente de la Asociación de Amigos de la Escuela Bíblica de Jerusalén de los dominicos, siempre cuidadoso y siempre servicial con la misión intelectual, social, religiosa y solidaria de la Orden de Predicadores en Jerusalén.
En noviembre, el 18, moría Manuel Nieto Cumplido, sacerdote e historiador cordobés, canónigo y archivero de la Mezquita Catedral de Córdoba, fue un experto en la historia del cristianismo mozárabe, generoso y siempre cercano maestro de historiadores de la Iglesia de Córdoba.
En diciembre, el 26, moría Desmond Tutu, sacerdote anglicano sudafricano, premio Nobel de la Paz en 1984, una de las figuras importantes en la caída del régimen del Apartheid en Sudáfrica.
Que Dios los acoja en su seno. Descansen en paz.
Vicente Niño Orti, OP. @vicenior