Los obispos que quiere el Papa Francisco: diez claves

Los obispos que quiere el Papa Francisco: diez claves

Jesús de las Heras

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Decálogo sobre los obispos que quiere el Papa Francisco

1.- Vivir en el misterio de Dios: "Os pido, principalmente, que nunca deis por descontado el misterio que os ha investido; que no perdáis vuestro estupor ante el designio de Dios, ni el temor a caminar conscientemente en su presencia y en presencia de la Iglesia, que es, ante todo, suya".

2.- Presencia y relación con la grey: "Siento el deber de recordar a los pastores de la Iglesia el vínculo indisoluble entre la presencia estable del obispo y el crecimiento de la grey. Toda reforma auténtica de la Iglesia de Cristo empieza por la presencia: por la de Cristo, que nunca falta, pero también por la del pastor que gobierna en nombre de Cristo. Y esta no es una recomendación piadosa. Cuando el pastor brilla por su ausencia o no puede ser localizado, están en juego la cura pastoral y la salvación de las almas".

3.- Sin fecha de caducidad, sin afán de cambiar de dirección: "No seáis obispos con fecha de caducidad, que necesitan siempre cambiar de dirección, como medicinas que pierden la capacidad de curar, o como esos alimentos insípidos que hay que tirar porque resultan ya inútiles (cf. Mt 5, 13)".

4.- No obispos apagados o pesimistas: "No obispos apagados o pesimistas, que, apoyándose solo en sí mismos y, por consiguiente, rendidos a la oscuridad del mundo o resignados a la aparente derrota del bien, gritan ya en vano que el fortín se ve atacado. Vuestra vocación no consiste en ser guardianes de una masa fracasada, sino custodios del "Evangelii gaudium", y por lo tanto no podéis estar faltos de la única riqueza que realmente tenemos para dar y que el mundo no puede darse a sí mismo: la alegría del amor de Dios".

5.- Amor al Pueblo de Dios confiado al cuidado del obispo: "Os ruego, además, que no os dejéis engañar por la tentación de cambiar al pueblo. Amad al pueblo que Dios os ha dado, incluso cuando hayan "cometido un pecado gravísimo", sin cansaros de "volver al Señor" para obtener perdón y un nuevo inicio, incluso a costa de ver borradas muchas de vuestras imágenes falsas del rostro divino o las fantasías que habéis alimentado acerca de la forma de suscitar su comunión con Dios (cf. Ex 32, 30-31)".

6.- Obispos localizables y acogedores: "Quisiera que fuerais obispos localizables no por la cantidad de medios de comunicación de los que disponéis, sino por el espacio interior que ofrecéis para acoger a las personas con sus necesidades concretas, dándoles la integridad y la amplitud de la enseñanza de la Iglesia, y no un catálogo de añoranzas. Y que la acogida sea para todos sin discriminación, ofreciendo la firmeza de la autoridad que permite crecer y la dulzura de la paternidad que engendra".

7.- Obispos sin cortes, ni camarillas: "Y, por favor, no caigáis en la tentación de sacrificar vuestra libertad rodeándoos de cortes, de camarillas o de coros de consenso, ya que, en los labios del obispo, la Iglesia y el mundo tienen el derecho de encontrar siempre el Evangelio que libera".

8.- Despiertos, disponibles y sin nostalgias del pasado: "Veo en vosotros a los centinelas, capaces de despertar a vuestras Iglesias, levantándoos antes de la aurora o en plena noche para avivar la fe, la esperanza, la caridad; sin dejaros adormecer o conformar por el lamento nostálgico de un pasado fecundo, pero ya fenecido. Seguid excavando en vuestras fuentes, con el valor de eliminar las incrustaciones que han ocultado la belleza y el vigor de vuestros antecesores peregrinos y misioneros, que implantaron Iglesias y crearon civilizaciones".

9.- Siempre dialogantes y sin buscar enfrentamientos: "Dialogad respetuosamente con las grandes tradiciones en las que estáis inmersos, sin miedo a perderos y sin necesidad de defender vuestras fronteras, ya que la identidad de la Iglesia está definida por el amor de Cristo, que no conoce fronteras. Aun custodiando celosamente la pasión por la verdad, no derrochéis energías para la contraposición y el enfrentamiento, sino para construir y amar.

10.- Siempre pastores que caminan delante, en medio y detrás de la grey: "Así ?centinelas, hombres capaces de cuidar los campos de Dios; pastores que caminan delante, en medio y detrás de la grey? me despido de vosotros y os abrazo, deseándoos fecundidad, paciencia, humildad y mucha oración".

Extractos del discurso del Papa Francisco a los obispos nombrados durante el último año, participantes en el Congreso organizado por la Congregación para los Obispos y por la Congregación para las Iglesias Orientales (18-9-2014)

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