Basilio María de Barral
El padre Barral: otro caso de misionero científico español. España propagó el Evangelio y la cultura occidental en América. Abrió escuelas para alfabetizar a los indios
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El padre Basilio María de Barral (1901-1992) fue un misionero gallego que evangelizó en el Delta Amacuro (Venezuela). Allí llegó en 1931, con destino al Vicariato Apostólico de Caroní, entonces bajo el mando de la Provincia Capuchina de Castilla, siendo nombrado superior de la misión en 1939. Regresó definitivamente a Galicia en 1988.
Xurxo Martínez Crespo escribió su biografía, de la que tomo la mayor parte de lo aquí referido. La actividad del padre Barral forma parte de la epopeya de la España católica en América: única nación del mundo que ha evangelizado un continente, gobernada además por la mujer más poderosa –o empoderada, que dicen ahora en plan cursi- de la historia, Isabel La Católica.
Los franciscanos fueron pioneros en el desarrollo de gramáticas y catecismos en lengua náhuatl, otomí y purépecha del altiplano central mexicano, así como en las lenguas de la familia maya, de Yucatán y Guatemala, antes que el padre Barral lo fuera del warao.
El padre Barral fue uno de los primeros investigadores del idioma warao, sobre el que dejó escritas las siguientes obras:
-Diccionario Warao-Español, Español-Warao (Caracas, 1957, 276 pp).
-Guarao Guarata, lo que cuentan los indios guaraos (Caracas, 1960, XXIV-351pp).
-Catecismo Católico Bilingüe, en lingua warao e castelá. (Caracas, 1960, 180pp).
-Karata Guarakitane Naminaki. (Aprendamos a leer). Cartilla warao-español (Caracas, 1961,111 pp).
-Los indios waraos y su cancionero. Historia, relixión e alma lírica. (Madrid, 1964, XX-594pp).
-Guarao A-Ribu, literatura de los indios waraos, (Caracas, 1969, 304pp).
Fueron cuarenta años de vida misionera y científica, viviendo en zancos, sobre el agua, en las selvas de la costa del Orinoco, sirviendo a los indígenas también desde la cultura católica, enseñando a los que no sabían las verdades de su lengua junto con las verdades de la fe.
La actividad misionera de la Iglesia Católica ha llevado adelante la evangelización impulsando al tiempo el desarrollo científico de los lugares en los que la misma se efectuaba. Un ejemplo no por muy conocido menos importante es la red de universidades que los misioneros españoles fundaron en América, al tiempo que los misioneros desarrollaban su intensa actividad evangelizadora. En la ‘Bibliotheca Missionum’ del padre Streit, obra magna de la actividad misionera de la Iglesia Católica, se indicaba que la misionología española hasta el siglo XIX sobrepasó la de todas las demás naciones juntas
CONTRA FACTUM NON VALET ARGUMENTUM