Mariano Revilla Rico
Doctor en la ciencia de la Teología y profesor universitario en Sagrada Escritura, fue asesinado en Paracuellos del Jarama en 1936
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El ahora beato Mariano Revilla Rico Buenavista de Valdavia (Palencia, 12.XII.1887 – Paracuellos de Jarama (Madrid), 30.XI.1936) fue un fraile Agustino (OSA), maestro en Teología, superior provincial, asistente y visitador general de la Orden para España y América Latina. Me puso sobre su pista el historiador Jose Manuel Ezpeleta, probablemente el mayor experto mundial de víctimas de muerte violenta por motivos religiosos en Madrid y provincia, donde dice tener contabilizadas 25.000.
Dice de Mariano Revilla Rico, una de cuyas breves biografías ha sido escrita por Francisco Javier Campos y Fernández de Sevilla ( OSA) para la Real Academia de Historia:
‘Siendo muy joven ingresó en el Real Monasterio de El Escorial, donde hizo su noviciado y profesión en 1904, para luego iniciar sus estudios de filosofía; Conscientes de su capacidad, en 1908 sus superiores lo enviaron a Roma para estudiar teología, siendo ordenado sacerdote en 1911 y obteniendo el título de doctor en la Universidad de La Sapienza un año después. En 1913 fija su residencia en San Lorenzo de El Escorial, donde enseña Sagrada Escritura y Teología; durante muchos años ocupó el cargo de regente de Estudios en el monasterio, y en 1923 se le otorgó el título de maestro, siendo nombrado prior en 1927 y en los sucesivos trienios provinciales (1930) y ayudante general para los territorios de España y América Latina (1931), teniendo que ir a Roma; también fue visitador general de las provincias de México, Repúblicas Sudamericanas y las Antillas, a donde viajó en 1932. Fue miembro Correspondiente de la Ro Fue Académico Correspondiente de la Real Academia de la Historia. Presidió en España los capítulos de la provincia de El Escorial en Madrid en 1933 y 1936, donde fue hecho prisionero con los demás religiosos y trasladado a la prisión de San Antón de Madrid. Fue condenado a muerte y ejecutado en Paracuellos de Jarama el 30 de noviembre de 1936 Hombre de gran formación intelectual, potenció la renovación de los estudios y el mundo cultural de los agustinos de El Escorial; su interés por los estudios bíblicos le llevó a realizar un amplio estudio históricocrítico sobre la Biblia Políglota Complutense, que fue celebrado en el ámbito científico y tras el que pasó a formar parte de la Asociación para el Fomento de los Estudios Bíblicos en España, de cuya primera junta directiva fue miembro; participó asimismo en la comisión que redactó los estatutos de la misma y puso en funcionamiento su Boletín. Por este campo de la investigación encaminó sus trabajos hasta que la carrera de los cargos le hizo cambiar su dedicación al estudio y la obediencia le hizo renunciar a una vocación a la que se sentía llamado y para la que estaba preparado.’.
El 28 de octubre de 2007 fue beatificado en Roma. Su obra científica fue “Un nuevo comentario al Génesis”, en La Ciudad de Dios (CD), 103 (1915), págs. 253-258 [recensión de la obra del P. L. Murillo, Scripta Pontificii Instituti Biblici: El Génesis precedido de una introducción al Pentateuco, Roma, Imprenta Pontificia en el Instituto Pío IX, 1914]; La políglota de Alcalá. Estudio Histórico-crítico, Madrid, Imprenta Helénica, 1917; “Dos obras inéditas de los humanistas de Alcalá”, en CD, 110 (1917), págs. 144-147; “Logia y agrapha Domini Jesu, de D. Miguel Asín”, en CD, 112 (1918), págs. 12-24; “La revisión de la Vulgata”, en CD, 116 (1919), págs. 383-395; “El Códice Ovetense de los Evangelios y la Biblia de Valvanera”, en CD, 117 (1919), págs. 393-399; 118 (1919), págs. 23-28; 120 (1920), págs. 48-55, 190-210; “Epístolas y Actas del Concilio de Trento”, en CD, 124 (1921), págs. 437-451; “Sobre la restauración del texto de la Vulgata”, en CD, 136 (1924), págs. 291-307, 340-351; “Boletín bíblico”, en CD, 137 (1924), págs. 214-231, 287-303; 141 (1925), págs. 444-455; “Santo Tomás de Aquino, modelo de vida y maestro de doctrina”, en CD, 140 (1925), págs. 492-510; “Notas para la historia de las antiguas versiones castellanas de la Biblia”, en CD, 144 (1926), págs. 276-289; “Breve noticia de una antigua introducción a las SS. Escrituras”, en CD, 144 (1926), págs. 341- 343; “Espigando en el campo de los escriturarios españoles”, en CD, 146 (1926), págs. 183-192; “El folklore en el Antiguo Testamento”, en CD, 147 (1926), págs. 433-440; “Breve noticia de una antigua introducción a las SS. Escrituras”, ms. escurialense K.III.22, en Boletín de la Asociación para el Fomento de los Estudios Bíblicos, 2 (1926), págs. 331-343; “Fray Luis de León y los estudios bíblicos en el siglo XVI”, en Revista Española de Estudios Bíblicos, 3 (1928), págs. 25-81; “La controversia sobre las versiones vernáculas de la Biblia en el Concilio de Trento”, en Religión y Cultura, 10 (1930), págs. 88-104’.
Con casos como el de Mariano Revilla Rico y otros que venimos recogiendo es difícilmente admisible que las ideologías que confluyeron en el Frente Popular eran respetuosas o muy respetuosas con la ciencia.