Cristo vive también para los jóvenes, iconos del Cristo y de la Iglesia siempre jóvenes ? editorial Ecclesia
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Cristo vive también para los jóvenes, iconos del Cristo y de la Iglesia siempre jóvenes ? editorial Ecclesia
El Sínodo de los Obispos sobre los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional no concluyó con la clausura de esta asamblea sinodal el pasado 28 de octubre. Y tampoco concluye ahora, una vez firmada y publicada la correspondiente exhortación apostólica postsinodal Christus vivit, que publica ECCLESIA hoy, en un encarte o suplemento especial de 64 páginas.
El Sínodo, por su identidad, vocación y expectativas, no es una realidad estática, sino dinámica. Es un proceso. Sínodo es caminar conjuntamente, en este caso con los jóvenes, que son también Iglesia. Sínodo es escucha, oración, diálogo, consulta, encuentro, celebración, compartición, comunión, corresponsabilidad, participación, inclusión, revisión, discernimiento y todo ello para la misión. Y la misión de este Sínodo sobre los jóvenes prosigue ahora su caminar con una importantísima carta de navegación, con una luminosa y certera brújula, como es el hermosísimo documento papal, una carta casi personal de Francisco a todos y a cada uno de los jóvenes y al resto de los miembros de la Iglesia (pastores y fieles).
Como es evidente y como acontece con cualquier otra realidad eclesial y humana, no existen las recetas milagrosas, ni las varitas mágicas. Existen ideas, diagnósticos, terapias, propuestas y, sobre todo, el camino conjunto a recorrer. Y en ello estamos ahora. Ya lo advirtió, además, Francisco en la clausura del Sínodo pasado: las conclusiones y documentos sinodales deben trabajar, primero, en nosotros y entre nosotros. Y para que así sea, es preciso leer, rezar, compartir, trabajar, dialogar y dejarse iluminar y guiar por esta exhortación apostólica y no quedarnos en sus meros y más llamativos titulares. Y es que Christus vivit es un documento pastoral, pero no de y para una pastoral de laboratorio, sino para hacerlo vida y camino mediante las actitudes ya apuntadas.
Christus vivit es un canto a la grandeza, riqueza, belleza y necesidad vitales de Jesucristo y de su oferta permanente, siempre joven y actual, de redención integral y universal. Christus vivit es asimismo una loa ?sincera, real, no retórica, ni demagógica o tópica- al don de la juventud y a sus inmensas posibilidades y cómo la Iglesia necesita ser siempre rostro joven de Jesucristo y casa de acogida y de encuentro de los jóvenes de hoy y de todos los tiempos. Y la exhortación apostólica es, además, una clara y profética denuncia frente a tantas seducciones con las que los poderosos pretenden "colonizar" ideológicamente a los jóvenes y así ir robándoles no solo su futuro, sino también su presente, que es "el ahora y el sueño de Dios".
Christus vivit, que huye de cualquier dialéctica antagónica y maniquea entre jóvenes e Iglesia, urge a toda la comunidad eclesial a no tener miedo de los jóvenes, a escucharles y hacerles partícipes de su misión. Y pide igualmente a los jóvenes que no rechacen apriorísticamente a la Iglesia, que la conozcan por dentro y en las distancias cortas y que la ayude a purificarse, y a ser rostro de Jesucristo siempre joven, siempre fuente inagotable de la esperanza y de la vida de toda la familia humana.
Y Christus vivit propone una pastoral de acompañamiento a jóvenes, con jóvenes y para jóvenes, desde un estilo de Iglesia sinodal, desde una acción y compromiso pastoral abierto, creativo, cercano, amplio, transversal, "popular y flexible", desde "el idioma de la proximidad" y "la gramática del amor" y del testimonio, "no del proselitismo".
"¡Él (Cristo) vive y te quiere vivo! Él está en ti, Él está contigo y nunca se va". Y te quiere ?añadimos nosotros- siendo Iglesia y haciendo mejor y más joven a la Iglesia.