Desde el voto y más allá de él, responsabilidad política y compromiso cívico
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Desde el voto y más allá de él, responsabilidad política y compromiso cívico ? editorial Ecclesia
Con la altísima participación del 75,78% de los convocados, las elecciones generales del 28 de abril (28-A) en España arrojan una clara victoria del PSOE y una muy notable fragmentación del centro-derecha. La victoria de PSOE (28,7% de los sufragios, 7.500.000 votantes y 123 escaños) es, con todo, insuficiente para formar por sí sola una mayoría parlamentaria que permita, en principio, un gobierno estable, que, en cualquier caso, liderará, sin duda, Pedro Sánchez.
La fragmentación del voto de centro-derecha se traduce en unos paupérrimos resultados para el PP (el 16,7%, 4.400.000 votantes y 66 escaños, ¡71 menos que en la anterior legislatura!). Es indiscutible el ascenso de Ciudadanos, con el 15,9%, 4.180.000 sufragios y 57 diputados. E irrumpe, con menos fuerza de la que la formación esperaba, VOX, con el 10,3%, 2.690.000 votos y 24 diputados. Este "bloque" sumaría 11.300.000 votantes, datos, como el resto, aproximados. Y el bloque de izquierdas (el PSOE más Unidas Podemos, con el 14,3%, 3.700.000 electores y 42 escaños), alcanza una cifra muy similar. Sin embargo, para una lectura completa de las elecciones del 28-A no debemos olvidar que ERC ha superado el millón de papeletas. Y, además, tanto en Cataluña como Euskadi ha crecido el voto soberanista y nacionalista.
¿Qué es, entonces, lo que va a ocurrir? ¿Tendremos en las primeras semanas de junio próximo el primer gobierno de coalición de la historia reciente de la democracia española? ¿Cuál es la visión que de todo esto se ha de hacer desde la Doctrina Social de la Iglesia y desde los principios del humanismo cristiano?
Es obvio que responder a las dos primeras es la gran cuestión y debate, y hasta la gran negociación, de estos días y semanas. Y es obvio que el ofrecer por nuestra parte algún pronóstico al respecto es algo que no nos compete.
Sí nos compete, a cambio, ofrecer algunas ideas y reflexiones sobre el nuevo escenario político español. La primera de ellas es la asunción sin reticencias de los resultados electorales. La segunda es recordar los principios sobre los que se basan las relaciones entre la Iglesia y los Estados: independencia, apartidismo político, iluminación de la realidad desde el Evangelio y mano tendida a la colaboración en pos del bien común.
Por ello, bueno será retomar también las reflexiones y criterios que ante estas elecciones del 28-A y las que tendrá el lugar el 26-M (locales, regionales y europeas), publicó en ECCLESIA (nº 3.982, páginas 6, 7 y 8) el secretario general de la CEE. El decálogo que monseñor Argüello escribió, junto a sus preámbulos, principios y conclusiones, sigue siendo un valiosísimo criterio y guía para vivir el nuevo mapa electoral y para prepararnos al que se derive del 26 de mayo. Por ello, desde el voto y más allá de él, los españoles, y con ellos toda la comunidad católica, estamos llamados a un permanente compromiso cívico y una activa participación, cada uno desde su lugar y desde la legalidad vigente, en la vida política.
Asimismo, aunando todo esto, bueno será igualmente recordar lo que escribíamos, al anunciarse las elecciones del 28-A, en nuestro Editorial del pasado 23 de febrero (nº 3.976). Esto es, la necesidad de promover en justicia derechos fundamentales y constitucionales como los de libertad religiosa y libertad de enseñanza (artículos 16 y 27), todo lo relativo al derecho a la vida desde su inicio natural hasta su ocaso, y a las políticas auténticas y eficaces (no demagógicas) de inclusión social. Amén del escrupuloso respeto a la Constitución y sus vías en relación a la unidad de España.