Año Torres Quevedo 2016, por Alfonso V. Carrascosa, científico del CSIC
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Año Torres Quevedo 2016, por Alfonso V. Carrascosa, científico del CSIC
Una nueva efeméride que celebrar en este 2016 que da sus últimos coletazos: el Año Torres Quevedo. En Ecclesia ya le dediqué un artículo. Baste recordar que se trata del inventor e ingeniero español más importante del siglo XX y acaso de la historia de España, que va a ser especialmente recordado en la Semana de la Ciencia 2016 por cumplirse los cien años de utilización ininterrumpida sin un solo accidente del "Spanish Aerocar" ?aparece en el cartel- nombre que recibe el funicular que atraviesa las cataratas del Niágara que fue construido por Torres Quevedo.
Lo hemos venido indicando en esta
Sólo quisiera recordar que era un ferviente católico, parte claro está de su vida de la que los actos conmemorativos no van a decir ni mú, porque no es políticamente correcto, porque no se lleva o porque no viene al caso. Pero lo cierto es que viene al caso, ya que si no decimos nada, resulta que damos fuerza a la tesis basada en la mentira de que la Iglesia Católica es enemiga de la ciencia, o de que la ciencia y la fe son incompatibles y lo han sido siempre. Ya dijo el Concilio Vaticano II que lo que al hombre le lleva al ateísmo son varias cosas ?desacralización, descristianización, crisis de fe- pero desde luego en ningún caso la ciencia, como demuestra la historia y la actualidad de personas como Leonardo Torres Quevedo. Las otras efemérides tales como Cervantes 400 no han hecho tampoco énfasis en la fe de Cervantes, cuyos libros han sido considerados por algunos historiadores como propagadores de las verdades de la fe católica de la Contrarreforma. Tampoco ha habido mención especial a la condición de monje agustino de Gregorio Mendel, el padre de la genética, que enunció sus leyes trabajando con guisantes, planta leguminosa a recordar en este Año Internacional de las Leguminosas.
Sea esta sucinta mención una invitación a caer en la cuenta de lo interesante que puede ser acudir a la multitud de actos en memoria de Torres Quevedo con esta mirada que os propongo. Las visitas que se puedan hacer desde colegios tiene también esta posible lectura, al igual que para catequistas que quieran hacer alguna actividad complementaria o una salida fuera de la parroquia: viene muy a cuento que a los jóvenes se les recuerde constantemente que la ciencia y la fe se han dado cita y absoluta compatibilidad en personas tan célebre como Leonardo Torres Quevedo, que recibió religión en la escuela, no la abandonó en toda su vida, y ello no le supuso un obstáculo para alcanzar ser el más importante ingeniero español de todos los tiempos.