Ante el drama del hambre, por José-Román Flecha (Diario de León, 14-12-2013)
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Ante el drama del hambre, por José-Román Flecha (Diario de León, 14-12-2013)
"Cuando se huye bajo los ataques, se coge a los niños, pero con las prisas los hay que caen y mueren aplastados o atrapados en el lodo de las marismas? Cuando el peligro se acercaba, nos adentrábamos aún más en el bosque, donde el enemigo que nos acechaba era el hambre. Para llevar algo al estómago de nuestros hijos, les dábamos la arena fina del río, mezclada con agua o lodo, que comíamos nosotros también. La cara, el vientre, las piernas se nos comenzaban a inflar?" Estas frases de Ester Mwinja Nsimi y Teresina Caffi, se encuentran en su escrito "La guerra vivida por las mujeres", que circuló por internet el año 2006.
Es impresionante esa narración. Pero la realidad del hambre se encuentra en muchos escenarios. Es una vergüenza que la humanidad no haya sabido o no haya querido todavía resolver este problema tan sangrante.
Ya en el año 1963, decía el presidente norteamericano John F. Kennedy: "La guerra contra el hambre es verdaderamente la guerra de liberación de la humanidad".
Con esa percepción coincidía ya la Iglesia Católica. Por entonces se estaba preparando la constitución conciliar sobre la Iglesia en el mundo de hoy. En ella se afirma que "jamás el género humano tuvo a su disposición tantas riquezas, tantas posibilidades, tanto poder económico. Y, si embargo, una gran parte de la humanidad sufre hambre y miseria, y son muchedumbre los que no saben leer ni escribir" (GS 4).
Muchos años más tarde, al comienzo del nuevo milenio, el papa Juan Pablo II se preguntaba: "¿Cómo es posible que, en nuestro tiempo, haya todavía quien se muere de hambre, quien está condenado al analfabetismo; quien carece de la asistencia médica más elemental; quien no tiene techo donde cobijarse?" (NMI 50).
Estas preguntas continúan golpeando nuestros oídos. Con ocasión de la cumbre mundial sobre Seguridad Alimentaria, celebrada en Roma en el 2009, el papa Benedicto decía en la FAO: "El hambre es el signo más cruel y concreto de la pobreza. No es posible continuar aceptando la opulencia y el derroche, cuando el drama del hambre adquiere cada vez mayores dimensiones".
Los aferrados a un maltusianismo trasnochado continúan repitiendo que el planeta no puede producir alimentos para todos los que lo habitamos. Esa cantinela ya no es creíble. El problema del hambre no proviene de la falta de producción, sino de la falta de solidaridad entre las gentes y entre los pueblos.
En este momento el Papa Francisco apoya decididamente la campaña de Cáritas Internacional contra el hambre en el mundo. Según él "estamos frente al escándalo mundial de unos mil millones de personas que todavía hoy padecen el hambre. No podemos mirar al otro lado y fingir que esto no existe".
El Papa nos invita a abrir el corazón a esta urgencia, a compartir lo que tenemos, a no despreciar los alimentos y a crear redes mundiales que concedan voz y ayuda a quienes padecen este drama del hambre.
José-Román Flecha Andrés