Asís, poema de Francisco Vaquerizo en honor de San Francisco de Asís
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Dado que el día cuatro de octubre es la fiesta de san Francisco de Asís ? el mínimo y dulce Francisco de Asís, que cantara Rubén Darío -, os envío este poema de mi "Cancionero de Italia". Espero que os guste y os ayude a celebrar la memoria de este santo tan cercano, tan entrañable y tan ejemplar. Un saludo cordial.
ASÍS
Asís, bajo la presencia
continua de san Francisco,
se levanta en un paisaje
de auténtico paraíso
y bajo un cielo esmeralda
que abraza sus edificios,
a cuál más bello, más noble,
más ilustre y más magnífico.
Asís es todo oración,
todo arte, todo prodigio,
todo gracias celestiales
y favores del Altísimo;
la vida que se repliega
lejos del mundanal ruido,
la piedra que se hace salmo
para el rezo del Oficio
y la hondura de las cosas
y el amor de lo sencillo
y la conciencia del tiempo
contra los cinco sentidos.
Asís es todo esperanza
por los siglos de los siglos,
luz ardiendo día y noche
a la vera del Santísimo,
lugar de fe compartida
y de gozo compartido,
bálsamo que cicatriza
las heridas del camino,
eterno Pentecostés
que envía su Santo Espíritu
para dar, si aún cabe, alcance
a tanto tiempo perdido,
para confirmar lo recto
y enderezar lo torcido,
para lograr distinguir
la mala hierba del trigo,
para caminar airosos
como buenos peregrinos,
y para amar al Señor
como enseña el Catecismo.
En Asís, el sol, la luna,
los pájaros con sus trinos,
el fuego, el viento, la tierra,
las montañas y los ríos
y todas las criaturas,
entonan a Dios un himno
de gratitud y alabanza,
que dirige san Francisco.
De todo lo que es humano,
Asís es lo más divino.
Uno comprende en Asís,
que "il poverello" Francisco,
entre tanta maravilla,
se olvidara de sí mismo.
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