Católicos y científicos: Alberto Jiménez Fraud por Alfonso V. Carrascosa, científico del CSIC
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Católicos y científicos: Alberto Jiménez Fraud por Alfonso V. Carrascosa, científico del CSIC
Alberto Jiménez Fraud, un intelectual del 14: Democracia, europeísmo y tolerancia
La Residencia de Estudiantes (Madrid) celebra una mesa redonda dedicada a recordar la figura de su primer director, Alberto Jiménez Fraud (1883 – 1964), exiliado del Madrid republicano por miedo a ser asesinado por fascista o señorito burgués.
Como Severo Ochoa, José Castillejo, la Escuela de Filosofía de Madrid (Ortega y Gasset, García Morente?), Gregorio Marañón, Ibáñez-Martín y Albareda (católicos que fundarían el CSIC), y un larguísimo etc. que podrían haber terminado en las fosas comunes de Paracuellos del Jarama, Alberto Jiménez Fraud abandonó Madrid y murió en el exilio.
Su homenaje de hoy 23 de abril, a las 19.30 h, que forma parte de las actividades de ?La noche de los libros?, lleva por título el de este artículo. Más que probablemente se digan muchas cosas sobre él, pero no demasiadas a cerca de su posicionamiento de cara a la religión católica, que es lo que recoge el presente artículo.
Y es que se celebra el cincuentenario de su muerte, en el año del centenario de la barbaridad de la 1ª Guerra Mundial"Alberto Jiménez Fraud se licenció en Derecho en la Universidad de Granada y en mayo de 1905 llegó a Madrid para realizar su doctorado.
Allí entró en contacto con Francisco Giner de los Ríos, convirtiéndose en uno de sus últimos discípulos directos. Tras ampliar su formación en Gran Bretaña, desde 1909, Jiménez Fraud fue, con el apoyo del secretario de la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas, José Castillejo, el principal responsable del proyecto de creación de la Residencia de Estudiantes. Consagró su vida a hacer de la Residencia un lugar de cultura, diálogo e investigación.
En 1917 se casó con una hija de Manuel B. Cossío, Natalia, que desempeñó un papel decisivo en la vida de la Residencia. En 1936, tras el estallido de la Guerra, viajó al Colegio de España en París y posteriormente se exilió en Inglaterra. Gracias a la ayuda de J.M. Keynes y de J.B. Trend fue llamado a desempeñar la Cátedra Norman MacColl en la Universidad de Cambridge, y desde 1938 hasta 1953 trabajó como rector en el New College de la Universidad de Oxford", reza una sucinta biografía escrita en http://www.hoyesarte.com/evento/2014/04/homenaje-a-alberto-jimenez-fraud/.
En su obra ""Cincuentenario de la Residencia de Estudiantes 1910-1960" se recogen textos interesantes sobre su pensamiento. Mucho tendrían que aprender de ellos quienes hoy dicen tener sus raíces en la II República, mezclada con la Institución Libre de Enseñanza, la Junta de Ampliación de Estudios ? y militan en un feroz laicismo con claros tintes anticlericales y determinantemente materialistas.
En la p. 11 de dicha obra dice que la 1ª Guerra mundial la ocasionaron los nacionalismos. Habla de los valores espirituales, que le indujeron a invitar a hablar en la Residencia a los católicos Henry Bergson (Premio Nobel) , García Morente y Chesterton.
El Patronato de la Residencia fue presidido por Menéndez Pidal, católico y científico http://www.revistaecclesia.com/catolicos-y-cientificos-menendez-pidal-por-alfonso-v-carrascosa-cientifico-del-csic/ al igual que su esposa Maria Goyri http://www.revistaecclesia.com/catolicos-y-cientificos-maria-goyri/ y su hija Jimena Menéndez Pidal http://www.revistaecclesia.com/catolicos-y-cientificos-jimena-menendez-pidal-por-alfonso-v-carrascosa-cientifico-del-csic/. En la p. 11
Dice Alberto en su obra, entre otras cosas:
"La Residencia cree, como se cree en la vida misma, en una futura misión espiritual de España?para cumplir los destinos históricos de la raza (p. 12)?La Residencia quiere ser el hogar espiritual donde se fragüe y depure, en corazones jóvenes, el sentimiento profundo de amor a la España que se está haciendo?la cual no participa de esa superstición del puro especialista, que cultiva una mente cerrada y estrecha, la más mortal enemiga de la ciencia (como también lo es de la religión o de la política) y creadora de hábitos de ciega obediencia a autoridades absolutas?". Comentando aspectos de alguno de los residentes diría "Juan Ramón Jiménez, exresidente ya en aquellos años, pasaba algunos atardeceres con nosotros dándonos ejemplo de su elevada vocación, elevada a religiosidad y ascetismo (p.45)". Refiriéndose al "espíritu de la casa" refiere beber del "?ideal estoico-cristiano de una democrática hermandad?"(p.54). Habla de que "Creemos que los sentimientos de dignidad personal y aspiración a la verdad, la bondad y la belleza que toda conciencia cultivada siente, y la necesidad de perfección que el alma anhela cuando se encumbra a las esferas superiores de la contemplación, responden al destino elemental que a la humanidad le corresponde (p.56)?Estamos del lado de la verdad, del lado de la persuasión, estamos del lado de la justicia y de la razón, ricas herencias de nuestras tradiciones clásica y cristiana (p.57) ?La Iglesia Cristiana había adoptado esa concepción clásica de la libertad, bajo el postulado de que la Providencia y el alma humana se mueven en idéntica esfera y de que la historia del hombre es como el adecuado desarrollo educativo de la Historia de la Salvación (p.59)?Hay que volver a la tradición clásica, a lo esencial en que está de acuerdo con la enseñanza del Evangelio: el infinito valor de la persona (p.62)?Esa es la tradición en que creció la Residencia, y a la que se acogieron sus más ilustres colaboradores; y también cuantos supieron apreciar el profundo sentido religioso y patriótico de nuestra obra(p.91)", que parece poco tiene que ver con el ateísmo, materialismo y lacisimo desde el que muchos hoy reivindican en su pasado intelectualoide figuras como Alberto Jiménez Fraud: no se puede ser en el caso de éstos más artificial y mendaz.
Alberto Jiménez lo remite todo a un denominado espíritu liberal, que tiene claro que incluye a católicos más o menos como él (recomiendo encarecidamente leer el libro "Catolicismo liberal en España". Felipe-José de Vicente Algueró. Ed. Encuentro. 2012. Sobre todo a quienes atacan a la Iglesia Católica desde el liberalismo, creyéndose los auténticos liberales).