Católicos y Científicos: Manuel Calvo Hernando por Alfonso V. Carrascosa, científico del CSIC
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Manuel Calvo Hernando (1923 ? 2012) fue un periodista hoy considerado pionero de la divulgación científica en España. Ha fallecido recientemente, sin entierro, porque donó su cuerpo a la ciencia. Se suceden los homenajes y las visiones retrospectivas sobre su vida, en algunas de las cuales se da cuenta de sus creencias católicas, de que era un hombre de fe, algo que es bueno recordar en este Año de la Fe. Mañana se le dedica un coloquio en el Real Jardín Botánico de Madrid.http://www.rjb.csic.es/jardinbotanico/jardin/contenido.php?Pag=143&tipo=agenda&cod=1583
Fue subdirector del diario ‘Ya’. Fundó la Asociación Española de Periodismo Científico, en 1971, denominándose hoy Asociación Española de Comunicación Científica (AECC). Al periodismo científico dedicó más de cuarenta libros, de los cuales su "Manual de Periodismo Científico" ha sido texto guía de muchos interesados en el tema. Vicepresidente de la Asociación de la Prensa de Madrid, dio clases como profesor en la Universidad CEU San Pablo. Casado con Maria Josefa Roy, tuvieron 5 hijos.
Mientras el Rey juraba su cargo, él estaba frente a la cárcel de Carabanchel reclamando la amnistía para los presos políticos. A los 75 años, en 1999, ganó su doctorado en periodismo con la tesis "La ciencia como material informativo. Relaciones entre el conocimiento y la comunicación, en beneficio del individuo y de la sociedad ", que fue un compendio de los libros y manuales de teoría e historia del periodismo científico que había escrito, dando al acto académico carácter de homenaje. Demostraba así que su actividad periodística fue llevada a cabo de forma científica, generando nuevos conocimientos sobre la relación ciencia-prensa.
En 1982 fue nombrado director de Televisión Española, siendo presidente su gran amigo Carlos Robles Piquer. En 2008, empezó un lento declinar que le llevó al olvido de casi todo. Las siguientes declaraciones de Fidel García Martínez – Doctor Filología Románica y Catedrático – en su artículo para El País (19-8-2012) es de ese tipo de información que deja poco lugar a la duda sobre el calado de su persona y de su adscripción religiosa: "Con Manuel Calvo Hernando muere una forma de entender el periodismo integral: con pasión humana y profesional. Supo unir el periodismo y la ciencia de forma excepcional, en la que esta perdía su tendencia a la abstracción rigurosa y aquel ganaba en rigor y seriedad informativos. Calvo Hernando además de periodista y comunicador, se comprometió en los momentos anteriores a la Transición y en la misma Transición con los valores de la justicia, libertad y solidaridad desde los valores del humanismo cristiano tal como los ha sistematizado la Iglesia Católica en su doctrina social, de la que Calvo Hernando nunca renunció en los duros momentos de la amnistía? Descanse en paz Manuel Calvo Hernando y que Dios, en quien creyó, lo tenga en su gloria. Sus restos podrán quizá servir de ayuda a alguien en alguna parte".
En el "IV Congreso de Comunicación Social de la Ciencia: Cultura científica y Cultura democrática", se hizo en su honor el "Homenaje a Manuel Calvo Hernando, ?Padre del Periodismo Científico? 2007". Entre los elogios a su persona, destacó el calificativo de padre del periodismo científico español. Fernando González-Urbaneja, presidente de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España, dijo de él "?. La esencia del periodismo la representa muy bien Manuel y, por eso, sería recomendable que en las facultades de Periodismo se siguiera más su ejemplo que el de otros?". Se le entregó la placa del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en la que ponía "? en reconocimiento a su dilatada labor como periodista científico y divulgador de la ciencia y la tecnología…". Tras ello el entonces presidente del CSIC, Carlos Martínez Alonso, le llamó maestro de maestros y añadió "?Un hombre apasionado que ha hecho de la difusión científica, como claramente nos ha dejado escrito en su mensaje, uno de los instrumentos de su vida".
Lo que la Iglesia Católica ha hecho por lo que hoy se llama cultura científica, lo ha realizado de modo particularmente interesante a través de sus miembros, tales como Manuel Calvo Hernando. Todo ello comenzó cuando otro católico ferviente, Galileo Galilei, escribió Sidereus nuncius , obra considerada como la primera escrita en este género.