Católicos y científicos: Matías Espeso, OSA, por Alfonso V. Carrascosa, científico del CSIC

Católicos y científicos: Matías Espeso, OSA, por Alfonso V. Carrascosa, científico del CSIC

Alfonso V. Carrascosa

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Católicos y científicos: Matías Espeso, OSA, por Alfonso V. Carrascosa, científico del CSIC

Matías Espeso (1901-1936) llegó a ser rector de universidad. Joven, como san Esteban , fue arrancado de la tierra de los vivos, pero para Dios todos viven. Camino de los altares, resulta chocante que su muerte violenta no sirva como motivo de reflexión para quienes sostienen que no son compatibles la Iglesia Católica y la ciencia.

En la web agustiniana dice de él que "Nació en San Martín de Valdetuéjar (León) el día 22 de febrero de 1901. Sus padres se llamaban Agustín y Florentina. Fue bautizado en la iglesia parroquial de San Martín el 24 del mismo mes. Fue confirmado el 12 de julio de 1910 en la misma iglesia parroquial por el obispo de León, Mons. Ramón Guillamet Coma. Estudió latín y humanidades en la preceptoría del lugar. Hizo el noviciado en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, donde profesó de votos simples el 28 de octubre de 1917 y de votos solemnes el 23 de marzo de 1925.

Cursó los estudios de la carrera eclesiástica en el Monasterio de El Escorial. Fue ordenado sacerdote el 28 de marzo de 1925.

Destinado al Colegio Universitario de María Cristina de San Lorenzo de El Escorial, de inspector de los alumnos, realizó los estudios de bachiller y comenzó los de derecho que terminó en la universidad de Oviedo en 1933. En 1926 se le nombró pedagogo de los jóvenes profesos estudiantes de filosofía, y profesor en el seminario de Ntra. Sra. del Buen Consejo de Leganés. Sólo estuvo un año, volviendo de nuevo al Colegio Universitario.

En el capítulo provincial de 1933 se le nombró superior del Monasterio y maestro de jóvenes estudiantes agustinos. Los que fueron sus alumnos en esa época conservan muy buenos recuerdos del fervor con que les daba las clases sobre espiritualidad.

El 1 de marzo de 1935 se le destinó a la residencia católica universitaria de la calle de la Princesa en Madrid, como profesor de derecho. Se le nombró director de la residencia en el capítulo celebrado el 11 de julio de 1936, aunque no llegó a tomar posesión.

Desde el 18 de julio no tuvo la comunidad de esta residencia ni paz ni sosiego. Estuvo sometida a frecuentes registros de las milicias comunistas. El 4 de agosto fue asaltada la residencia y el padre Matías detenido con los demás religiosos de la comunidad que se encontraban presentes. Conducidos a la comisaría de la calle Leganitos pasaron la noche en los calabozos y al día siguiente se les encarceló el prisión de San Antón, a donde, el día 6, llegaría la numerosa comunidad del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.

Tras casi cuatro meses de encierro fue juzgado por un falso tribunal popular establecido en la misma cárcel y condenado a muerte sólo por ser religioso. Su nombre fue incluido en una lista de otros 50 agustinos en las primeras horas de la mañana del 30 de noviembre. Les despojaron de todo y les ataron las manos a la espalda con finas cuerdas. Al padre Matías se lo hicieron "tan brutalmente que cayó al suelo desmayado". No fue esto motivo para que se compadecieran de él. Pocas horas después fue sacrificado con los demás hermanos de hábito en Paracuellos del Jarama.

Además de las obligaciones que le asignaba la Orden, daba frecuentes tandas de ejercicios, retiros y pláticas a las religiosas carmelitas de la enseñanza y a las concepcionistas de S L de El Escorial y de Madrid, y se prodigaba en sermones, cuando se lo permitían sus obligaciones".

Su fiesta litúrgica se celebra el seis de noviembre.