Católicos y científicos: Ramón María Aller, por Alfonso V. Carrascosa, científico del CSIC
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Católicos y científicos: Ramón María Aller, por Alfonso V. Carrascosa, científico del CSIC
Cuando Benedicto XVI clausuró el Año Sacerdotal 2010 dijo: no ha sido un año dedicado a hacer alarde de los méritos del sacerdocio católico, si no más bien un año dedicado a dar gracias a Dios por dicho carisma y su aportación fundamental a la construcción de la Iglesia. Pero ello no quiere decir que la actividad de los sacerdotes católicos no merezca atención, sobre todo si como es el caso, en ella se han dado cita la razón y la fe, la ciencia y la religión. Justo esto ocurre en Ramón Mª Aller (1878 – 1966), sacerdote católico, matemático y astrónomo español que instruyó científicamente a la primera astrónoma española, Antonia Ferrín (1914-2009), gallega como aquel.
El 27 de Septiembre de 1943 fue nombrado director del Observatorio Astronómico de la Universidad de Santiago, constituído con el patrocinio del C.S.I.C. en parte por aparatos que previamente él había adquirido e instalado en el primer observatorio astronómico de Galicia, en su propia casa, el Observatorio astronómico de Lalín. En 1944 se crearía en la Universidad de Santiago la Cátedra de Astronomía que él mismo ocuparía. Fue miembro de la Academia Española de Ciencias Exactas y miembro de la Unión Astronómica Internacional.
Estudió en el colegio de jesuitas de La Guardia, y se doctoró en Sagrada Teología con 20 años. En 1943 se doctoraría en Ciencias Físicas. Escribió 78 artículos de astronomía sobre los métodos de determinación de coordenadas basados en observaciones de pasos por dos verticales y las estrellas dobles visuales, observaciones de cometas, superficies planetarias, instrumentación, relojería, auroras boleares, estrellas fugaces, eclipses, tránsitos, etc. Publicó un libro dedicado a las matemáticas "Algoritmia" en 1939, otro dedicado a la astronomía "Introducción a la astronomía" en 1943 , otro divulgativo "Astronomía a simple vista" en 1948, auténtico preludio del cultura científica para fomentar la afición a la astronomía, algo hoy de rabiosa actualidad, dirigió 5 tesis doctorales , etc.
Los que le conocieron dicen que lo mejor fue su vida: la bondad, amabilidad, entusiasmo y rigor con que desempeñaba su profesión, sin que jamás hubiese problema alguno entre ella y su carisma.