Cetrería y fe, por Alfonso V. Carrascosa, científico del MNCN-CSIC

Cetrería y fe, por Alfonso V. Carrascosa, científico del MNCN-CSIC

Alfonso V. Carrascosa

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Cetrería y fe, por Alfonso V. Carrascosa, científico del MNCN-CSIC

Se inaugura hoy, a las 12:30, en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid, la exposición "Cetrería: patrimonio cultural y ciencia", comisariada por el Dr. Javier Ceballos, gran experto en la materia, en parte heredero del Dr. Félix Rodríguez de la Fuente, que nos dejó ahora hace 35 años.

A buen seguro que no ha habido una muestra similar en la historia de España, en la que además de repasar aspectos de ese arte de "?cazar animales silvestres con aves de presa adiestradas para ello?" http://www.mncn.csic.es/Menu/Exposiciones/Futuras_ExpoFuturas_Cetreria-ES/seccion=1185&idioma=es_ES&id=2015031910260001&activo=11.do, se refiera lo que la cetrería ha tenido que ver con el desarrollo científico. Pero ¿y con la fe?

La cetrería apasionó a san Francisco de Borja, quien ha sido declarado Patrono de los Cetreros por el Papa Francisco. ¿Por qué? Porque cuentan que siendo san Francisco de Borja duque de Gandía, abatido por la muerte de la emperatriz Isabel a quien servía como caballerizo mayor, utilizaba como entretenimiento la cetrería. Con anterioridad había acompañado muchas veces a cazar con halcones a su primo el emperador Carlos I de España y V de Alemania.

El dominico san Vicente Ferrer utilizó símiles del arte de la cetrería para hacer inteligible su predicación del evangelio. Los tomó de la tradición ya existente y aporto novedades comparativas. Verdadero maestro del por entonces denominado Ars predicandi , hizo así frente a corrientes dentro de la misma Iglesia que representaban al mal presbítero con un halcón en el puño, significando así que dedicaba mucho tiempo a lo que no eran sus obligaciones.

Hablando en positivo de gavilanes y halcones, señalaba la ligereza en carnes de estas aves de presa que les permite elevarse al cielo al referirse al ayuno. En negativo identificaba en el símil a las aves con las asechanzas del demonio al alma fiel. El halconero en ocasiones era presentado como Dios que reparte justicia con instrumentos, en este caso con aves de presa. El señuelo, artilugio de cuero sobre el que se ata carne para hacer volver al ave tras un lance de caza fallido, se proponía como imagen de la Cruz con el cuerpo ensangrentado de Jesucristo, que llama a los cristianos a conversión, como la carne al halcón.

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