El chantaje es antidemocrático ? editorial Ecclesia
Madrid - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Ya en nuestro comentario editorial de la pasada, escrito escasas horas después de que el cardenal Rouco, con su discurso como presidente, abriera los trabajos los trabajos de la 101 Asamblea Plenaria de la CEE, sostuvimos lo oportuno, lo justo y la razonable de sus palabras. Las actuales legislaciones en España relativas al aborto y al mal llamado matrimonio homosexual no se ajustan, ni por asomo, a la ley natural y a la verdad y a la justicia. Es preciso, pues, reclamar sus reformas. Y es que, con crisis económica o sin ella ?más todavía con ella y sus tan letales y persistentes efectos-, la vida, la familia y la educación ?escribíamos la pasada semana y ahora reiteramos- ¡claro que importan e importan mucho!
Como era de esperar, los partidos políticos, terminales mediáticas y líderes de opinión situados en lo que comúnmente se entiende por la izquierda, se subieron por las paredes y descargaron toda una batería dialéctica de descalificaciones a las afirmaciones del presidente de la CEE y a la Iglesia católica. En algunos casos, como han hecho los principales líderes del PSOE, la descalificación ha llegado incluso a la amenaza y al chantaje. Como publicamos en la página 13, en la noche del lunes 15 de abril, el ministro de Justicia anunció la voluntad del Gobierno español de reformar la vigente ley del aborto y algunas de las líneas maestras de dicha reforma. Era lo que le faltaba a algunos ?como al mismo Alfredo Pérez Rubalcaba- para disparatar y para afirmar que, si el Gobierno modifica la ley del aborto de 2010, el Partido Socialista Obrero Español exigirá el final, la ruptura de los Acuerdos Estado Español-Santa Sede.
Ante todo ello es preciso, pues, señalar que declaraciones, presiones y amenazas de esta naturaleza son, sencilla y llanamente, un chantaje y que el chantaje nunca es una acción o estrategia política democrática y que denigra a quien lo realiza e impulsa. Como es sabido, los Acuerdos Iglesia-Estado se suscribieron en 1979, lo cual significa que su desarrollo y aplicación ha coincidido totalmente con los cerca de veintidós años de Gobiernos socialistas en España. Más de un centenar y medio de países tienen suscritos con la Santa Sede acuerdos, más o menos similares al que mantiene con España, y solo los Gobiernos dictatoriales y totalitarios -como recordó en rueda de prensa monseñor Martínez Camino (ver página 12)- carecen de algún tipo de concordato.
Y si el chantaje es antidemocrático, que lo es, también lo son el vilipendiar el derecho a la libertad de expresión, las insidias y las campañas de acoso, presión o descalificación como las que se sucedieron la pasada semana.