Curso de verano de liturgia para seminaristas mayores
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Curso de verano de liturgia para seminaristas mayores
El año litúrgico
Este año ha sido el apóstol Santiago y la archidiócesis de Santiago de Compostela quienes han recibido a los treinta alumnos que hemos tenido la suerte de disfrutar del curso de verano de liturgia que, desde hace doce años, viene organizando el secretariado de la Comisión Episcopal de Liturgia de la Conferencia Episcopal Española y que ha tenido lugar en la ciudad del Apóstol durante los días 24-28 de junio, dirigido a los seminaristas mayores.
El tema de este año ha sido el año litúrgico y ha sido impartido por D. Luis García Gutiérrez, director del secretariado de la CEL, que nos ha hablado del triduo y tiempo pascual, su historia y la estructura de las distintas celebraciones; D. Ramón Navarro Gómez, consultor permanente del secretariado de la CEL, que trató el tema de la Cuaresma, historia, teología, espiritualidad, normativa y palabra de Dios en la Cuaresma, también impartió un taller sobre el uso práctico de los libros litúrgicos; D. Óscar Valado Domínguez, consultor responsable de música de la CEL, que realizó un taller en el que nos enseñó qué es y cómo debe ser la música litúrgica, cómo preparar el canto y la música para las distintas celebraciones del año litúrgico y también llevó la dirección y el ensayo de cantos de las distintas celebraciones litúrgicas que tuvimos; D. José Antonio Goñi Beasoain de Paulorena, delegado diocesano de liturgia de Pamplona, que nos habló de lo que es el año litúrgico, su historia y estructura; D. José Diéguez Dieppa, delegado diocesano de liturgia de Tui-Vigo, que impartió un taller sobre cómo integrar la piedad popular con el año litúrgico; D. José Antonio Ferreiro Varela, delegado diocesano de liturgia de Lugo, que habló de la Navidad y Epifanía, su historia, aspectos teológicos, pastorales y espirituales así como un análisis de las distintas celebraciones del tiempo de Navidad con sus lecturas y textos litúrgicos; D. Rafael Carlos Casás Salgado, subdelegado diocesano de liturgia de Santiago de Compostela, que habló del tiempo de Adviento, su origen, significado, estructura, signos, así como el paradigma del Adviento que es María; D. Emilio Vicente de Paz, delegado diocesano de liturgia de Salamanca, que trató el tema del Tiempo Ordinario, historia, relación con los otros tiempos litúrgicos, teología, espiritualidad e indicaciones para celebrarlo; y D. Elisardo Temperán Villaverde, canciller del arzobispado de Santiago de Compostela y profesor de liturgia en el Instituto Teológico Compostelano que habló de la espiritualidad del año litúrgico.
Además de las clases y los talleres el curso tiene una vertiente cultural que se materializó en las visitas guiadas al Pórtico de la Gloria, al museo de la Catedral y a la impresionante iglesia del antiguo monasterio de San Martín Pinario, hoy hospedería y sede del seminario diocesano. También visitamos el Centro Internacional de Acogida al Peregrino donde nos contaron algunas de las muchas experiencias que tienen con los peregrinos, algunas realmente impactantes. Y, cómo no, visitamos y oramos ante la tumba del Apóstol y tuvimos ocasión de darle un abrazo. También hay que destacar la visita de Mons. Julián Barrio Barrio, arzobispo de Santiago de Compostela, que presidió la eucaristía en la solemnidad del nacimiento de san Juan Bautista. En la homilía nos animó a profundizar en la liturgia de modo que, cada vez más, lo visible nos remita a lo invisible; también destacó algunas notas de la figura del Bautista que pueden iluminar el sacerdocio ministerial, como que el sacerdote también es precursor de Jesús a quien debe señalar, el papel que tuvo María en la santificación del Bautista y del sacerdote y la soledad martirial que vivió Juan Bautista y que tantas veces vive el sacerdote y que debe ser convenientemente acompañada.
Este es mi segundo curso de liturgia. Lo realicé el año pasado y este verano he repetido (cada año la temática es diferente). Es un curso serio e intenso, pero también relajado, además se crea un agradable ambiente de camaradería entre los seminaristas, conoces realidades eclesiales diferentes y se crean vínculos de amistad y comunión fraterna. Además, no todo es cultural y académico, sino que también hay tiempo para salir juntos por las calles de la ciudad.
¡Qué importante es formarse bien y qué importante es no dejar nunca de formarse, incluso volviendo sobre lo ya estudiado para recordarlo y profundizarlo! Los tiempos lo exigen. Además, cuando uno estudia liturgia, se queda admirado del misterio que encierra la liturgia, de la belleza y la riqueza que encierran el Misal Romano y los distintos rituales, así como de la Iglesia, que, con su sabiduría milenaria, iluminada y conducida por el Espíritu Santo, nos los ha proporcionado. Si conociésemos más profundamente lo que tenemos nuestra participación en los misterios celebrados sería más intensa, lo enseñaríamos mejor y los frutos de santidad serían mayores.
Óscar Martín Biezma
Seminario de Ciudad Real.