Día de la Iglesia diocesana
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Era el día 28 de octubre de 1965, fiesta de los apóstoles san Simón y san Judas Tadeo. En la homilía de la misa concelebrada, el papa Pablo VI ofreció un encendido canto a la Iglesia.
Aquella especie de salmo no podía dejar indiferente el corazón de los que, por gracia de Dios, estábamos presentes en la basílica de San Pedro: "La Iglesia vive? La Iglesia piensa? La Iglesia habla? La Iglesia ora? La Iglesia crece? La Iglesia sigue construyendo su edificio".
En la misma ceremonia los padres conciliares habían votado y aprobado el Decreto sobre el oficio pastoral de los obispos. En aquel documento, el Concilio Vaticano II presentaba la diócesis con estas pinceladas:
Han pasado 55 años desde la votación de los padres conciliares y la promulgación de aquel decreto por el Papa. Al celebrar el día de la Iglesia diocesana es bueno recordar su significado. Sentir nuestra vinculación con esta familia eclesial Y comprometeros con su misión de anuncio del Evagelio y de servicio a los hijos de Dios.
Hay momentos especiales en los que sentimos con más hondura e intensidad nuestra pertenencia y nuestra adhesión a la diócesis.
Así ocurre cuando llega la hora de despedir a un obispo que nos ha guiado durante años y demostrarle nuestra gratitud por su generoso ministerio. Y cuando nos preparamos a recibir con esperanza a su sucesor, que llega hasta nosotros como pastor de la iglesia diocesana.