Enrique Somavilla Rodríguez: un agustino con mucha ciencia y fe
Enrique Somavilla Rodríguez, de la Orden de San Agustín, ha conjugado la ciencia y la fe en el desarrollo de su profesión y de su vocación religiosa
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En la universidad de la que es rector, estudiaron Manuel Azaña, José Castillejo –que fuera secretario de la Junta para la Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE) y Pedro Sánchez, actual presidente del Gobierno de España, así como otros insignes españoles.
Enrique Somavilla Rodríguez es doctor en Teología Dogmática y en Derecho, licenciado en Ciencias Eclesiásticas, Máster en Doctrina Social de la Iglesia, Máster en Relaciones Internacionales y Protocolo, Máster en Derecho de la Unión Europea. Desarrolla actividad científica de generación del conocimiento en el Grupo de Investigación de Historia del Pensamiento Jurídico-Político (GIHPJ-P), perteneciente a la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y de Comité Científico Internacional y Vocal de la Junta directiva de la Sociedad de Estudios Institucionales (SEEII); así como miembro del Consejo Editorial y de su Consejo Asesor Internacional de la revista de Estudios Institucionales publicada la SEEII. Ingresó en la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España, en sesión celebrada el día 11 de junio de 2018, por unanimidad de su Junta de Gobierno, en la categoría de Académico Correspondiente. En 2019 publicó ‘Santa Sede e Iglesia Protocolo y ceremonial’.
En su carta de saludo como Rector del Real Colegio de Estudios Superiores y Director RCU Escorial – María Cristina dice: "Una de las máximas características de la Orden de san Agustín es la educación, a través de la cual intentamos que nuestros alumnos obtengan una formación integral basada en la libertad y responsabilidad, en la búsqueda de la verdad y en el humanismo cristiano. Partimos de una tradición universitaria propia, en España de más de 125 años, que conjugamos con la actualización permanente que exige nuestra sociedad cambiante. Somos una institución privada que cuenta con más universidades en el mundo: EE. UU, Colombia, Italia, Filipinas y con una experiencia educativa singular que se plasma en la existencia en nuestro país de 17 colegios de Enseñanza Primaria y Secundaria. El fin de toda universidad es la búsqueda de la verdad, que es algo muy característico de san Agustín (354-430); en este caminar será necesario alentar un clima de diálogo abierto y profunda reflexión, tan característicos de la visión cristiana y agustiniana, tan necesarios hoy para crecer en conocimiento, convivencia y solidaridad. Nuestro Centro es, ante todo, confesionalmente católico; por eso estamos abiertos a la transcendencia, sentido religioso y desarrollar el pleno sentido personal y humano. En este sentido ya decía san Agustín:“La verdad no es tuya ni mía para que pueda ser tuya y mía” (Enarraciones a los Salmos, 103, 2, 11: PL: 37, 1357).
Es Cristo la verdad, el camino y la vida
Es Profesor ordinario de Teología en el Centro Teológico San Agustín CTSA (afiliado a la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad de Salamanca), donde imparte diversas asignaturas: Análisis Político y Económico, Sacramentos de Iniciación cristiana, Misterio de Dios, Cristología, Iglesias Orientales, Ecumenismo, Doctrina social de la Iglesia. Profesor de Teología cristiana de las religiones: relaciones interreligiosas, Teología de la Comunicación y de Cristología, en el Estudio Teológico Agustiniano de Valladolid (Centro Agregado a la Facultad de Teología del Norte, sede de Burgos). Igualmente, es Profesor de Derecho Eclesiástico del Estado en El Real Centro Universitario Escorial-María Cristina, en San Lorenzo de El Escorial (Madrid) adscrito a la Universidad Complutense y profesor de Protocolo en la Iglesia Católica y en otras confesiones religiosas en el master universitario de Protocolo de la facultad de Derecho de la UNED.
En España murieron asesinados por el ejército del Frente Popular unos doscientos agustinos, siendo los de El Escorial los que aportaron el mayor número, pues en la provincia Matritense de los agustinos, que así se llamaba la de El Escorial, se asesinaron a más de cien religiosos. De todo este cupo, 17 eran menores de edad, pues habían llegado al monasterio desde los más recónditos rincones de España, siendo unos niños, para cursar sus estudios de seminario. En atención a la Ley de Memoria Democrática 20/2022 dedicamos desde estas líneas un homenaje solemne, ya que son víctimas de la Guerra Civil, a las que dicha ley señala que debemos de honrar, Algunos de los asesinados fueron además destacados científicos, a los que aquí en COPE les hemos ya dedicado una semblanza: Gerardo Gil Leal, Avelino Rodríguez Alonso o Arturo García de la Fuente, entre otros.
Todos y muchos más acabaron enterrados en las fosas comunes de Paracuellos del Jarama-. Todos forman parte del subtierro, que es como se ha dado en denominar a las personas asesinadas durante la Guerra Civil, en este caso por el Ejército del Frente Popular, y enterradas en fosas comunes. También se le llama exilio subterráneo, para diferenciarlo del exilio exterior e interior. No hacer referencia a las víctimas de los asesinatos del Ejército del Frente Popular, algo que pudiera ocasionar en el subconsciente de algunos historiadores el sesgo ideológico con el que investigan, contribuye a adoptar falsos conceptos maniqueos de que los malos sólo fueron unos: cosas malas en las guerras siempre hacen los dos bandos.