La humildad y el coraje de la fe, por Federico Lombardi

La humildad y el coraje de la fe, por Federico Lombardi

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La búsqueda de la verdad era para ellos más importante que las burlas del mundo, aparentemente inteligente". Así decía el Papa en la homilía de la Epifanía, reflexionando sobre el coraje de los magos, y aplicaba esta reflexión a la misión de los nuevos obispos, que hoy muy frecuentemente deben ir contra corriente porque "la humildad de la fe, del creer junto con la fe de la Iglesia de todos los tiempos, se encontrará siempre en conflicto con la inteligencia dominante". "Nada impide extender la amplitud del discurso.

El Papa continuaba explicando que "el agnosticismo ampliamente imperante hoy tiene sus dogmas y es extremadamente intolerante frente a todo lo que lo pone en tela de juicio". Contradecir las orientaciones dominantes requiere coraje – "valerosos" dice el Papa Benedicto. La actualidad de estas palabras no necesita de muchos comentarios, dada la multiplicidad de los ejemplos posibles.

Pero no menos significativo es cuando el Papa añade nuevamente: "ese valor o fortaleza no consiste en golpear con violencia, en la agresividad, sino en el dejarse golpear y enfrentarse a los criterios de las opiniones dominantes". Aún si los modos concretos con los cuales los diversos miembros y componentes de las comunidades eclesiales tendrán que buscar cada vez el modo mejor para colocarse y actuar según sus propias tareas en las situaciones específicas en las que se encuentren, el Papa da a todos una lección fundamental de espíritu evangélico, premisa esencial del testimonio cristiano.

Es necesario entonces hacer verdaderamente todo lo posible para que se comprenda, por las palabras como por los actos, que aquello que la iglesia busca, siguiendo la verdad, no es el prevalecer de un propio interés o visión particular, sino el verdadero bien de cada uno y de todos. Porque Dios ?y por lo tanto la Iglesia-, ama a todas sus creaturas y quiere que vivan en plenitud. Y esto va anunciado sin temor. Concluye el Papa: "El temor de Dios libera del temor de los hombres. Hace libres".

Traducción: Radio Vaticano