Las ambulancias del alma

En 1952 en Argentina se puso en marcha el Servicio Sacerdotal Nocturno de Urgencia San Camilo de Lelis; una guardia con un sacerdote y dos laicos, esperando en vigilia la llamada de algún hermano necesitado de la gracia de Dios. El propio Papa Francisco cuando era sacerdote se dedicó durante algún tiempo a este servicio.

Hace siete años la experiencia se trasladaba a la archidiócesis de Madrid. El servicio presta atención de de diez de la noche a siete de la mañana, los 365 días del año. Una guardia para casos de urgencia espiritual. Una actividad ministerial, no es extraño que lo hayan calificado como el SAMUR de la extrema unción; 51 veces en estas más de 2600 noches en las que han impartido este sacramento en hospitales y residencias de ancianos.

Una escucha no médica, sino espiritual

Se trata del acompañamiento espiritual en los últimos momentos de la vida pero también muchas llamadas para atender situaciones de crisis personal; esa gran liberación para la persona que está al otro lado del teléfono cuando escucha una voz amable, una escucha no médica sino espiritual, afectiva, que trata de ofrecer razones de esperanza para la vida.

En este teléfono llaman incluso personas de otras provincias que a través de Internet encuentran este número, todo para realizar este ejercicio de Misericordia. Los sacerdotes que lo atienden dicen que es una preciosa forma de sentirse instrumento en manos del Señor, un modo diferente de salir al encuentro para hacer que Dios llegue durante la noche a todas esas personas que lo necesitan. Es así, en momentos de tiniebla, cuando el dolor del ser humano no descansa, que la Iglesia debe velar para hacer presente la luz de Cristo.