Liturgia diaria en el atardecer materno, por José Moreno Losada

Liturgia diaria en el atardecer materno, por José Moreno Losada

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Liturgia diaria en el atardecer materno, por José Moreno Losada

"Gracias porque, al fin del día, podemos agradecerte

los méritos de tu muerte y el pan de la eucaristía?"

Hoy terminaba diciéndole de broma: "¡madre mía, lo que tengo encima?! Y la gente diciéndome ¡qué bien Pepe con tu madre! Y los paisanos, de Villagarcía de la Torre, dicen que la Virgen de los Dolores es la que te tiene aquí para mí?, pero yo les digo, madre, que soy yo el que tiene aquí a la Virgen de los Dolores contigo?". Ella abre los ojos de un modo especial, me mira fijamente y se ríe con ganas. En ese momento apago la luz, me retiro? y oro al Padre que ve en lo escondido, y le doy gracias por poder completar de esta manera tan humana, materna, tierna y filial la jornada?

Y, sin quererlo, viene a mí el eco de aquella canción final cantada de forma tan sentida en nuestra adolescencia y juventud en el seminario antes de retirarnos a nuestras camarillas: "Madre, una flor, una flor con espinas que es bella?"

José Moreno Losada. Sacerdote de Badajoz