Los milagros de Jesús de Nazaret

Los milagros de Jesús de Nazaret

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Los milagros de Jesús de Nazaret

Llamamos milagros a hechos reales sobrenaturales que no tienen explicación natural. Los cuatro Evangelios refieren muchos milagros realizados por Jesús de Nazaret ligados a su predicación evangélica del reino de Dios, que prueban su divinidad, entre los cuales, hay curaciones de enfermos, expulsiones de demonios, resurrecciones de muertos y hechos físicos inexplicables naturalmente, de los cuales sus enemigos contemporáneos ni dudaron ni los negaron, sino que los atribuyeron al poder de demonio.

Curaciones de enfermos con su sola presencia o con su simple palabra del sí quiero o con sólo tocarle su túnica, tales, como la del criado del centurión de Cafarnaúm, la de la suegra de Simón Pedro y la de la curación de un paralítico en dicha ciudad, la de la hemorroisa, la de la hija de Jairo, la de los dos ciegos de Jericó y la de diez leprosos, etec.

Expulsiones de demonios con el solo acto de su voluntad, tales, como echar a los cerdos a los demonios y morir ahogados que poseían a dos personas en Garasa, la de un endemoniado mudo y la de un muchacho que tenía un espíritu inmundo y que sus discípulos no pudieron curarlo. etc.

Resurrecciones de muertos con su sola voluntad tales, como la del hijo de la viuda Naín, la de Lázaro y la del propio Jesús de Nazaret. Hechos físicos naturalmente inexplicables, tales, como las dos multiplicaciones de panes y peces, la transformación de agua en vino en las bodas de Caná y las pescas milagrosas etec.

Determinados racionalistas, materialistas, deterministas y panteístas niegan que dichos hechos sean milagros. Afirman que son alucinaciones y alteraciones del sistema nervioso de las personas enfermas, o que son fábulas o mitos creados por la primitiva comunidad cristiana. Se basan en el principio filosófico y científico de que los milagros no son posibles.

Sin embargo, la Iglesia afirma que son posibles y los realizados por Jesús de Nazaret son verdaderos milagros. El concilio Vaticano I manifiesta: "Si alguno dijere que los milagros no son posibles, y que por lo tanto todas las narraciones de ellos, aún las contenidas en las Sagradas Escrituras, se han de relegar a fábulas o mitos, o que nunca puedan conocerse con certeza los milagros, y que no se prueba con ellos el origen divino de la religión cristiana, sea excomulgado" (Canon 4).

Debemos distinguir entre leyes y fuerzas materiales y sicológicas y entre leyes y fuerzas metafísicas y matemáticas. Dios con su poder infinito y todopoderoso puede cambiar y modificar las leyes y fuerzas materiales y sicológicas naturales. Lo que Dios no puede cambiar o modificar son las leyes metafísicas y matemáticas porque son inmutables, eternas y de absoluta necesidad, tales como, cambiar el bien por el mal o transformar un triángulo en cuadrado.

Jesús de Nazaret, por ser el Hijo Unigénito de Dios Padre, tenía el poder divino de hacer milagros cambiando o modificando las leyes materiales y sicológicos naturales por medio de su palabra, por la imposición de sus manos o con solo tocar a las personas o a las cosas. Para hacerlos solamente exigía al enfermo, al endemoniado y al necesitado fe a su persona, a su misión evangélica de reino de Dios y a Dios Padre. Lo que no podía hacer era cambiar las leyes metafísicas y matemáticas porque son inmutables, eternas y de absoluta necesidad.

Los santos no pueden hacer milagros porque no tienen el poder infinito y divino de Dios para cambiar o modificar las leyes materiales y sicológicas de las personas y de las cosas, sin embargo con su oración y con su ejemplo de vida cristiana pueden pedir a Dios Padre y a su Hijo Dios, Jesús de Nazaret, que los realice, como conocemos muchos casos por la historia de las canonizaciones.

José Barros Guede

A Coruña, 18 de abril de 2013.