La oración cristiana del Padre Nuestro

La oración cristiana del Padre Nuestro

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La oración cristiana del Padre Nuestro

Jesús de Nazaret, la Palabra de Dios Padre hecha Hombre, nos dice en su famoso discurso del Sermón de la Montaña: Cuando oréis no seáis como los hipócritas a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas para que los hombres los vean, en verdad os digo que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio, cuando te dispongas a orar, entra en su casa, cierra la puerta y ora al Padre que está en lo escondido, y tu Padre que ve todo lo escondido, te premiará.

Cuando oréis, no repitáis palabras inútiles como hacen los paganos, pues se figuran que por muchas palabras serán escuchados. No los imitéis, pues nuestro Padre sabe las necesidades que tenéis, antes de pedírselas.

Vosotros, pues, cuando oréis, decid: Padre nuestro, que está en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. El pan nuestro de cada día dánoslo hoy, perdona nuestras deudas (pecados) como nosotros perdonamos a nuestros deudores (a quienes nos han ofendido) y no nos dejes caer en la tentación y más líbranos del mal (Mt. 6, 5-13)).

Con dichas palabras, Jesús de Nazaret nos enseña dónde y cómo debemos orar y nos da el Padre Nuestro como modelo evangélico de oración cristiana. Veamos:

Primero, dónde. – Los cristianos debemos orar en nuestra casa con la puerta cerrada para que Dios Padre, que ve en lo escondido, nos lo premie, y no de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, como lo hacen los hipócritas, para ser vistos por los hombres. Es decir, demos orar a Dios Padre en donde nadie nos vea. Jesús de Nazaret oraba a Dios Padre en la soledad del monte, donde nadie lo veía, y en las sinagogas judías y en las plazas de los pueblos leía la Biblia y predicaba el Reino de Dios.

Segundo, cómo.- No debemos orar a Dios Padre con palabras inútiles ni con muchas palabras como hacen los paganos, sino con palabras útiles, necesarias y pocas porque Dios Padre conoce lo que necesitamos. De ahí que santa Teresa nos diga: la oración corta y devota.

Tercero, modelo.- El Padre Nuestro es el modelo de la oración cristiana, la cual contiene siete hermosas peticiones: Primera.- Santificado sea tu nombre. Segunda.- Venga a nosotros tu reino. Tercera.- Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Cuarta.- El pan nuestro de cada día dánoslo hoy. Quinta.- Perdona nuestras deudas (pecados) como nosotros perdonamos a nuestros deudores (a quienes nos han ofendido).Sexta.- No nos dejes caer en la tentación. Séptima.- Más líbranos del mal. San Agustín dice que las tres primeras peticiones son para la gloria de Dios Padre, y las otras cuatro son para solucionar las necesidades que tiene el ser humano en este mundo.

El Padre Nuestro es la oración cristiana por excelencia que debemos elevar siempre a Dios, Nuestro Padre, aunque no excluye que le elevemos filialmente otras oraciones que nazcan de nuestros corazones y sentimientos. Los cristianos de la Iglesia de los primeros cuatro siglos, oraban en sus casas recitando la oración del Padre Nuestro, y se reunían en comunidad en un lugar común para leer el Evangelio y celebrar la Eucaristía en recuerdo de la Última Cena del Señor.

Posteriormente, levantan templos, capillas y catedrales para leer en comunidad los pasajes de la Biblia, sobre todo, los del Nuevo Testamento, celebrar la Eucaristía, recitar la oración del Padre Nuestros, las plegarias eucarísticas y las oraciones que la Iglesia fue componiendo a través de los tiempos, como son, El Ave María, El Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, El Rosario, La Salve, etc.

José Barros Guede

A Coruña, 1 de febrero del 2016