El Papa Francisco, capitán del Equipo de Jesús, por Fidel García Martínez
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El Papa Francisco, capitán del Equipo de Jesús, por Fidel García Martínez
El viaje histórico del papa al corazón político de USA (Casa Blanca y Capitolio), financiero (Nueva York) trágico ( Zona Cero ) y al corazón fundacional- Cuákero ( Filadelfia) ha dejado meridianamente claro que el Papa es un una gran jugador en todas la distancias (cortas y largas) y en todos los puestos, (desde portero a extremo veloz y defensa).
Lo que al Papa no le van son las medias distancias (el centrocampismo), como no le van las componendas (morales, teológicas o bíblicas) él siempre va al juego limpio y arriesgado. Sin duda al Papa Francisco le encanta-como mostró en el encuentro directo de Filadelfia- el regate con los más sencillos niños, familias, esposos recién casados, ancianos, enfermos y marginados y presos ( la visita a la prisión desarmó a sus cada vez menos críticos, porque los presos y las presas lo abrazaban como el padre amoroso, que quizá perdieron o no tuvieron; ahí está en su terreno favorito de juego, porque disputa todos los bolones con energía; los domina y los entrega con limpieza, sin marrullerías de doble moral, con alegría y humor. Algunos serios fruncen las cejas, cuando le acercan sus guardaespaldas los bebes para que los acaricie, pero si no se acercansen los bebes, lo harían las piedras.
Si con Obama en la Casa Blanca jugó con más diplomacia, pero con la misma sinceridad, así como en el Capitolio, donde logró que el portavoz de partido republicano llorase y quedase fuera de juego; en la ONU jugó como ariete rompedor con tiros claros a la portería del equipo de la ONU, que a duras penas podían controlar aquellos balones directos y se rindió por la superioridad religiosa, moral y política de aquel atleta de Dios, que sube las escalares con cierto dificultad y quien vestido de blanco, en algunas ocasiones les dejaba fuer de juega.
Los argentinos se han dado cuenta ahora de que a los mesis, maradonas les ha salido un rival que en todos los terrenos de juego, excluido el que ellos son o han sido muy buenos, les gana por goleada, ese es Francisco el gran capitán del equipo que fundó Jesucristo, la gran familia que es la Iglesia Católica. En la iglesia ni importan tanto las grandes figuras que son muy necesarios, como Teresa de Jesús, de plena actualidad por el Vº centenario de su muerte, próximo a finalizar, sino los humildes fieles, mujeres, niños, jóvenes, pero sobre todo la familia porque ella es la Iglesia Doméstica, donde no se vocea sino se ama.
Fidel García Martínez