Papa Francisco y Donald Trump, por Fidel García Martínez

Papa Francisco y Donald Trump, por Fidel García Martínez

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Papa Francisco y Donald Trump, por Fidel García Martínez

Después de Fátima como peregrino de la paz y no como diplomático y político, que también son funciones del Papa, porque no en vano es el jefe del estado más pequeño del Planeta, el Vaticano, el Papa recibe al presidente Trump, quien para algunos medios de comunicación es lo peor de lo peor, mientras que para los americanos era lo mejor, y por eso lo han votado. Por lo que se ve la misión de cierta prensa es poner y quitar presidentes sin respetar la voluntad de los votantes, quiénes son los ganadores y quiénes los perdedores.

El papa Francisco, como pontífice es partidario de establecer puentes para derribar muros, como lo demostró en su viaje último a México en Ciudad Juárez, separada de USA por un muro. Si en Fátima se dejó abrazar por niños y enfermos y se dirigió entusiasmado a los cientos de miles de peregrinos que recibieron gozosos la proclamación de la santidad de los niños y hermanos Jacinto y Francisco, en Roma tendrá que escuchar de viva voz lo que dice realmente el Presidente Trump sobre: la paz y la guerra, sobre la pobreza y la riqueza, sobre la salud y la enfermedad y sobre la vida y la muerte (…). El Papa es lo suficiente inteligente como para no creerse las falsas noticias que sobre el presidente Tremp publican la mayoría de los medios, que aunque ideológicamente opuestos están muy de acuerdo con hacer de él un especie de chivo expiatorio de todos los males que vive el Mundo.

Aprovechando el vuelo que lo destinaba a Roma y como es costumbre dio una rueda de prensa respondiendo a las preguntas más comprometidas de los periodistas, que luego la redactan como más conviene a sus respectivos diarios. No podía faltar la pregunta relacionada con la visita de D. Trump al Vaticano el próximo día 24 de mayo. El papa, en contra de la mayoría de los opinadores, dejó las cosas muy claras desde el principio: "Nunca juzgo a una persona sin escucharla, creo que no debo hacerlo" Yo diré lo que pienso, y él dirá lo que piensa. Siempre hay puertas que no está cerradas, hay que buscar puertas que están entreabiertas y hablar de cosas comunes y de seguir adelante" Ante la pregunta capciosa de los periodistas, si el Papa Francisco creía, que Trump iba a suavizar sus políticas, contestó: que no le estaba permitido hacer semejantes cálculos políticos y aclaró que no pensaba cambiar a nadie. Y con suave ironía afirmó: "No soy uno que hace proselitismo, ni siquiera en religión" Seguro que muchos informadores alabarán o atacaran al Papa Francisco según les convenga a sus intereses progresistas o conservadores, derechistas o izquierdista.

Fidel García Martínez