Polifonía sinodal
Mario Alcudia reflexiona sobre el documento 'Instrumentum laboris' para descubrir el significado de la Iglesia sinodal misionera: "No es homogénea, sino armónica"
Madrid - Publicado el
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Esta semana se ha presentado el
un documento estructurado en cinco secciones, partiendo de la pregunta
Una Iglesia sinodal y misionera al mismo tiempo
El relator general de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, cardenal Hollerich, señalaba algunos de los grandes temas como la eclesiología, la corresponsabilidad de los laicos, pasando por la misión de la Iglesia o el camino común con otras Iglesias y comunidades cristianas.
El cardenal secretario general de este Sínodo, el cardenal Mario Greg, lo describe como el "gimnasio de la escucha"; no basada en encuestas demoscópicas sino en la escucha de la voz del Señor. El Instrumentum Laboris se ha elaborado con más de un centenar de síntesis nacionales preparadas por las Conferencias Episcopales numerosas aportaciones que han llegado a la Secretaría General del Sínodo a lo largo del último año.
'La Iglesia no es homogénea, sino armónica'
Todo con el fin de saber lo que Dios quiere decir a la Iglesia en esta hora de su camino. Es pues una bonita polifonía rica en timbres y acentos porque la Iglesia no es homogénea, sino armónica. Desde esta perspectiva, la Iglesia sinodal es, una Iglesia en movimiento, dinámica, en marcha, porque sólo caminando es posible armonizar las tensiones constitutivas de nuestra fe, todo con el deseo de fortalecer a los mensajeros del Evangelio, curar las heridas de la humanidad y desencadenar la esperanza en nuestros corazones.
Este texto pues no ofrece respuestas prefabricadas, sino indicaciones y propuestas sobre cómo la Iglesia puede responder a la necesidad de ser sinodal en misión; una Iglesia más cercana a las personas, menos burocrática, que sea casa y familia de Dios, en la que todos los bautizados seamos corresponsables y participemos en su vida en los diferentes ministerios y roles. Por encima de todos destacan dos palabras: escuchar y acompañar.
Finalmente, el documento recuerda cómo cada una de las preguntas que contiene quieren ser un servicio a la Iglesia y una ocasión para sanar las heridas más profundas de nuestro tiempo. Y concluye con una invitación, continuar el camino como peregrinos de la esperanza, en la perspectiva del Jubileo de 2025.