Por una cultura del amor fraterno

Por una cultura del amor fraterno

Cultura es la forma y manera que las personas de un pueblo, de una región, de una nación o de un país tienen de ser, pensar, vivir, hablar y relacionarse, que generalmente es egoísta y materialista. Esta cultura necesita ser sustituida por la cultura evangélica del amor fraterno que nos manda: llamarnos y amarnos como hermanos. Mientras la cultura egoísta desune, separa, distancia y odia, la cultura del amor fraterno ama, perdona, une y comparte pensamientos, sentimientos, recuerdos y economía, crea vida, alegría, estabilidad y bienestar y respeta la libertad de las personas. Pero, ¿qué es el amor?

Lacordaire dice: El amor es principio de todo, la razón de todo y el fin de todo". Dante escribe en la Divina Comedia: El amor mueve el sol y las estrellas,. San Pablo enseña: El amor es paciente, servicial, todo cree, espera, tolera y soporta. Aristóteles manifiesta: Amar es querer un bien para alguien. Santo Tomás de Aquino expresa: El amor es el deseo de algo bueno, en cuanto bueno". Platón enseña: El amor es anhelo de engendrar en la belleza. Francisco de Quevedo refiere: El amor es la última filosofía de la tierra y del cielo.

San Juan de la Cruz dice: El amor ni cansa ni se cansa, mientras el egoísmo produce envidia, rencor y odio, y no hay peor odio que aquel que ha sustituido al amor. San Agustín escribe: Ama y haz lo que quieras, si callas, callarás con amor, si hablas, hablarás con amor, si corriges corregirás con amor, si perdonas, perdonarás con amor. En otro lugar, dice: Mi amor es mi peso, por el voy adondequiera que voy.

La cultura del amor fraterno nos hace amarnos como hermanos y ver la hermosura y la dulzura de la vida, que, como enseña fray Luis de León: El amor es dulce vida y la suerte más valida, sin él es triste pobreza la vida.

José Barros Guede.

A Coruña, 13 de octubre del 2015