Presentación libro "Los retos del comunicador católico"
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Presentación libro "Los retos del comunicador católico"
El martes 16 de octubre, tuvo lugar en el Salón de Actos del Colegio Mayor Universitario de San Pablo CEU, la presentación del libro "Los retos del comunicador católico"
La presentación del libro contó con la intervención de monseñor Ginés García Beltrán, Obispo de Getafe y Presidente de la Comisión de Medios de Comunicación Social de la CEE; el Presidente de la Asociación Católica de Propagandistas Alfonso Bullón de Mendoza; la directora de CEU Ediciones, Ana Rodríguez de Agüero; el Director del Congreso Católicos y Vida Pública y Presidente de la Unión Católica de Informadores y Periodistas de España (UCIPE), Rafael Ortega
La presentación comenzó con la intervención el Presidente de la Asociación Católica de Propagandistas Alfonso Bullón de Mendoza, resaltando que los retos que tiene el comunicador católico hoy son muy distintos a los de hace unos años. Agradeció a Rafael Ortega, a Álvaro de la Torre (ausente en la presentación por enfermedad), a las Ediciones CEU por haber editado este libro, libro que aborda todos los medios: prensa, radio, televisión, mundo digital y el magisterio de la Iglesia sobre comunicación, con la aportación de Manuel María Bru.
A continuación la directora de CEU Ediciones, Ana Rodríguez de Agüero, insistió recalcando todo lo que el libro aborda a través de los diversos aspectos de la comunicación. El libro expone reflexiones especializadas acerca del enfoque óptimo del comunicador católico para ejercer su papel de profesional de los medios.
Seguidamente tomó la palabra el Director del Congreso Católicos y Vida Pública y Presidente de la Unión Católica de Informadores y Periodistas de España (UCIPE), Rafael Ortega. Indicó que el mundo de la comunicación vive tiempos de profundos cambios, porque la globalización ha aumentado la capacidad de los medios pero también ha acrecentado su exposición a las presiones ideológicas y comerciales. En este sentido, recordó las palabras de San Juan Pablo II que invitaba a los periodistas a interrogarse sobre el sentido de su vocación de cristianos comprometidos en el mundo de la comunicación. Esto es, precisamente, lo que se trata de expresar en este libro, que va dirigido no solo a los profesionales católicos, también a todos los comunicadores. Y decía asimismo S.Juan Pablo II que el periodismo no se puede guiar únicamente por las fuerzas económicas, por los beneficios y por los intereses particulares. Al contrario, hay que contemplarlo y sentirlo como una tarea "sagrada", buscando el bien de todos y en particular de los sectores más débiles de la sociedad como son los niños, los pobres, enfermos, marginados y discriminados. Ninguna libertad, ni siquiera la libertad de expresión, es absoluta. El límite está en el deber de respetar la dignidad y la legítima libertad de los demás. Terminó Rafael Ortega citando a todo los colaboradores del libro a quienes agradeció su trabajo, así como al cardenal Ricardo Bláquez por el prólogo y a Mons. Ginés García por el epílogo del libro.
Mons. Ginés García Beltrán, cerró la presentación. Agradeció la invitación y a todos los que han hecho posible esta obra: ediciones CEU y autores.
Mons. Ginés planteó esta pregunta: ¿cómo comunica la Iglesia en España ? La respuesta, dijo, no es fácil. Porque ¿quién es la Iglesia? La Iglesia somos los obispos, la Conferencia Episcopal o la Iglesia es más que los obispos? Ademas de la CEE están las Diócesis, están las once facultades de comunicación que tienen titularidad eclesial, en España. Comunican también los periodistas católicos en la prensa no católica. Es decir, ¿cómo comunica la Iglesia en España? Yo creo, dijo, que la Iglesia en España comunica bien. ¿Esto significa que todo está bien? no. Es muy mejorable. Y se sabe que el ritmo de comunicación de los avances que hoy se dan no es el mismo ritmo de la Iglesia. Pero un servidor, dijo, que lleva casi nueve años de obispo y desde el primer día es miembro de la Comisión Episcopal de medios de comunicación, sí que ha visto la evolución de la comunicación dentro de la Iglesia en España. Cuando llegué (hace nueve años) a la Comisión, los delegados diocesanos, su perfil era el de un cura "bueno", al que su Obispo lo había llamado y propuesto para delegado en su diócesis como delegado de medios de comunicación. Hoy el perfil de delegado es totalmente diferente: laico/a, con una gran formación profesional y con un perfil eclesial mejor que bueno. Esta es la realidad de la comunicación de las Diócesis españolas. Lo mismo en la Conferencia Episcopal, en donde se ha hecho un trabajo estos últimos años de comunicar y también me consta que es el interés de las facultades de la Iglesia y de tantos periodistas.
El título de este libro: "Los retos del comunicador católico" refleja espléndidamente el contenido del mismo. Estamos ante un proyecto, un estilo y también una aventura. Una aventura evangélica y apostólica. Hace unos días el Papa Francisco ha canonizado a uno de los grandes papas del siglo XX: San Pablo VI. Este papa en la Evangelii nuntiandi, dice que la Iglesia existe para "evangelizar". Podemos decir que la Iglesia existe para "comunicar", porque evangelizar es comunicar el Evangelio, Por lo tanto hablar de los retos del comunicador católico es hablar de evangelización, es hablar de misión. En este sentido tenemos que ir al núcleo, al centro de la comunicación cristiana: Jesucristo. Nosotros no comunicamos cosas, sino que nuestro centro es comunicar a Jesucristo. Comunicar a Alguien que cambia la vida, pero no solo la vida personal, también la vida social, la vida política, económica, cultural, etc.
Después de leer este libro pregunto: ¿cuál es el reto del comunicador católico? Es llevar a la sociedad la imagen, el rostro de la Iglesia, a veces desfigurado por los medios no eclesiales. Hay que presentar una Iglesia viva, una Iglesia que no está marcada por un interés ideológico y también es un reto del comunicador católico, llevar al centro de la Iglesia los avances de la comunicación. Y siendo conscientes que hay aspectos de los nuevos medios de la comunicación que hoy en día se nos escapan, sobre todo, a las personas de una determinada edad; hasta el punto de que parece que nos da miedo. Porque el avance tan rápido del mundo digital (las nuevas redes) está ahí. También es justo decir que la Iglesia, a lo largo de la Historia, ha sabido estar en los distintos escenarios de la comunicación.
Me pregunto: ¿qué harían hoy S.Pablo, S.Francisco Javier? Dos grandes evangelizadores. Seguro que utilizarían también nuestros medios. Y estos nuevos medios la Iglesia los tiene que asumir con audacia, audacia evangélica. Porque este mundo digital supone una posibilidad. Pienso, por ejemplo, ¿cuánta gente puede escuchar una meditación de un obispo? Dependiendo de la Diócesis un número limitado. ¿Cuántos pueden leer nuestras cartas pastorales? Pocas personas. En cambio, ¿cuánta gente capta un twit o un mensaje en instagram? Estamos ante una posibilidad, sin olvidar que también tiene muchos riesgos. Pero no porque haya riesgos y peligros tenemos que encerrarnos en nosotros mismos, sino que hay que ir a buscar la oveja perdida. Una imagen sugerente (como tantas) del Papa Francisco cuando dice que la Iglesia tiene que ser un hospital de campaña. El hospital de campaña está en medio del mundo, no es un hospital especializado, pero es al que todos pueden ir. La comunicación en la Iglesia es un reto y tiene que ser también un hospital de campaña, donde la gente pueda acudir, informarse, que pueda también formarse. Estamos llamados a comunicar en la verdad y la caridad. Este libro que hoy presentamos es un precioso instrumento. Felicito a los autores, grandes comunicadores, a los coordinadores de la obra, así como a CEU Ediciones, por poner en nuestras manos esta obra que servirá en la inspiración y formación en el campo de la comunicación de la Iglesia.
En el mundo de la comunicación queda mucho por hacer, pero también es justo reconocer lo que se hace y se hace bien. Felicidades, terminó diciendo Mons. Ginés, a todos los que hacéis posible el camino apasionante de la comunicación en la Iglesia. Muchas gracias.
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Madrid, 17 octubre 2018
José Manuel Coviella C.