El Salvador, San Ginés, petición de mano y villancico

El Salvador, San Ginés, petición de mano y villancico

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

1/

Buen Pastor, Salvador que Arriaca salva

para la eternidad y la belleza,

pues que piedra -en mejor naturaleza-

da valor fuera y dentro a la roca alba.

Arriaca, que es la piedra, aquí, por pieza

a pieza, las teselas roja y malva

y oro y vidrio y granito al blanco enalba,

posando mano que en mosaico reza.

En escenas del agua endurecida

por la piedra, se forma la riqueza

de baldosa a baldosa revestida?

Cubre con pétrea delicadeza

en pleno barrio de Aguas Vivas fluida;

la obra de Rupnik roza ojos, cabeza

y, entre mosaicos, viaja hacia a otra vida.

2/

Gota de una luz prendida

al pábilo de la vela,

hielo que ahora no hiela

apenas punto encendida.

Alba que amanece e hila

lumbre que había en la cera.

Gota de luz tan ligera

que un soplo la quebraría.

Ya no es la cera tan fría?

¡la luz ya se ha hecho viajera!

Blanco pino por encima

y por debajo azulada,

así reluce avivada

llama de luz que se anima.

Desde el alba de su cima

hasta el azul de debajo

se va formando un navajo

de cera líquida y clara

que hasta oleaje trazara

en la cera: bocabajo.

Es un barquito velero

de un solo pábilo en vela.

No corta el mar sino vuela,

de su cielo va frontero,

y abajo el blando sendero

del oleaje encerado

sobre un mar redondeado,

que se va volviendo fuego…

En esta llama navego

viéndola de lado a lado.

Y de repente el azul

compite ya con el blanco,

asciende azulino el flanco

que la cera en aguazul

va vistiéndola de tul

que se va desmoronando.

¡El mar ya se va quemando

y seco queda el cercado

sobre el que cera ha nadado!

¡Verso y cera? terminando!

3/ PETICIÓN DE MANO UNIVERSAL

Joya de mi existir, aguamarina en mi vida,

alba de mi alegría que amanece en persona,

estrella matinal desde el cielo, a mí, caída,

amada dicha hermosa como la dulce aurora?,

por esposa te pido con esta palabra honda

que surge desde dentro del fondo de mi dicha.

Fui solamente un túnel hasta llegar tu boca.

Fui solamente un vaso sin agua hasta tu risa.

Seguro que no es ésta mi obra atinada y fina.

Seguro que no es ésta la de menores sombras.

Seguro que no es ésta la mejor poesía.

Pero sí es esta breve tonada temblorosa

mi petición de mano más pensada y escrita,

para pedirte en verso que aceptes ser mi esposa.

4/

Es la noche y, en un portal sosegado,

un Niño nacido luce como el fuego,

hará hablar al mudo, hará ver al ciego.

Dará en Amor su pecho en él abrasado.

Será un buen pastor que pace su ganado,

elevará a su Padre por el Hombre el ruego

de darle la paz, el reposo y el sosiego

al corazón inquieto y desvelado.

Jesús del nacimiento, amor amado…

Niño grosezuelo, rosa y risueño

que vienes a quedarte a nuestro lado.

Qué gloriosa ventura y qué risueño

destino el que nos traes en ti anunciado:

¡el cielo vienes a traernos en tu sueño!

Y si después aún veis hacia el madero

subir peldaños, acres, a una cruz,

a quien fue antes Niño rosa primero..

ved que porta en sus manos una luz

que es de amor y que crece en verdadero

brote encarnado en carne al contraluz

por decirte así: aquí estoy, de perdón

y de eterna esperanza mensajero

soy, subido hasta arriba del madero

a llegarte al fondo del corazón.

Soy el Jesús no muerto, sí viajero

a librarte en la cruz de mi pasión

y antes de ir de Vida a otra región

te digo que muero porque te quiero

y que es en esta cruz y este madero

donde el Niño aquel cumple su misión

y, en Hombre convertido, da el corazón

a quien le oye decirle: "yo te quiero…,

por ti y tu vida es por quien de amor muero".