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Esta semana se ha celebrado la iniciativa 'Un viaje Por tantos', con la que el secretariado de Sostenimiento de la Conferencia Episcopal Española ha tratado de mostrar a un grupo de 15 personas que no marcan la casilla de la Iglesia en la declaración de la renta su labor social y espiritual.
8 mujeres y 7 hombres, de entre 19 y 61 años, han sido los seleccionados de entre 200; entre ellos un comercial, una médico, una profesora de inglés, tres estudiantes o una persona en paro. Durante estos días han viajado por las diócesis de Toledo, Segovia, Sigüenza-Guadalajara, Getafe, Alcalá de Henares y Madrid donde han sido testigos de una pequeña parte de esa labor social y espiritual de la Iglesia. De esta forma han constatado in situ lo que supone la X para millones de personas, algo esencial para el sostenimiento de sus actividades.
Ayer tenía la oportunidad de hablar en 'El Espejo de Madrid', aquí en COPE, con uno de esos proyectos que han conocido de cerca, el centro Don Orione en la localidad madrileña de Pozuelo donde se atiende a más de 100 personas adultas con discapacidad física, intelectual y sensorial severa, con alto nivel de dependencia; o por ser más precisos, como a la familia orionista les gusta decir, personas con habilidades diversas. Un lugar en el que toda su actividad nace y se nutre del pensamiento y la obra de san Luis Orione, gran amigo de don Bosco, en el que se mira y entiende de una forma integral la discapacidad intelectual. Un carisma que pone a estas personas en el centro, reconociendo y respetando su dignidad y singularidad, mejorando así su calidad de vida.
Este Proyecto Hogar don Orione es un magnifico exponente de esa labor social, asistencial que realiza la Iglesia, algo que es posible en gran parte gracias a ese sencillo gesto que es marcar la X en la declaración de la renta y para los que han vivido estos días de forma tan intensa, una experiencia muy enriquecedora, que les ha permitido conocer esa Iglesia de puertas abiertas; todo un descubrimiento que les ha hecho, seguro, sentirse interpelados al conocer de primera mano lo que es y vive la Iglesia, que no deja indiferente a nadie.