Vivimos un tiempo difícil en el que guerras, olas migratorias y secuelas de la pandemia conviven con otras sombras no menos violentas y cercanas: falta de empleo, escasez de vivienda para quienes tienen menos recursos, problemas de salud mental y soledad.
Frente a esto, necesitamos que brillen otras luces que nos hagan superar los miedos y prejuicios, que nos ayuden a confiar para que emerja de nuestro verdadero ser la solidaridad y la generosidad que nos habitan.
A pesar de todo esto, la Navidad llega como el tiempo favorable en el que Dios se hace presente en medio de nuestra historia. Hoy el nacimiento del Hijo de Dios está más cerca de los pobres y vulnerables que nunca. Hoy, y a pesar de la debilidad de nuestra fe, también nos parece increíble que Dios se haga ‘Uno’ con nuestra humanidad frágil, para humanizarnos y plantar en nosotros el deseo de bondad que hace posible esperar algo nuevo capaz de trastocar y cambiar nuestras sombras en espacios de la luz.
Cáritas invita a toda la sociedad a tomar conciencia de que el Amor que compartimos con otras personas nos iguala como humanidad, nos convierte en una gran familia y nos llama a disfrutar del bien común que aspira a encarnarse en el pleno acceso de todas las personas a los derechos humanos.
Esta Navidad queremos llevar luz y que nos sintamos portadores de luz, responsables y comprometidos con el significado de la Navidad, el nacimiento de la vida en cada persona, con los que menos tienen, con los que se sienten solos y tristes
Tú eres Navidad
En este tiempo de celebración, muestra tu compromiso para hacer del amor un faro que ilumine al mundo.
MIRA a las demás personas con sonrisa y ternura, sin juzgar y trata de comprender.
ESCUCHA con paciencia para acoger y recibir, para acortar distancias.
CUIDA y ofrece algo de ti a los demás.
COMPARTE tu alegría, tu conversación, tu compañía, tu generosidad.