El camino de fidelidad del apóstol Santiago, patrón de España y figura relevante para nuestro país

El periodista y sacerdote Josetxo Vera nos da las claves del Evangelio de este domingo, 25 de julio, en 'Chateando con Dios'

Video thumbnail
00:00

Josetxo Vera

Publicado el - Actualizado

4 min lectura

La Iglesia celebra este domingo la fiesta de Santiago Apóstol, el hermano de Juan, el hijo de Zebedeo que fue llamado por el Señor cuando estaba pescando a las orillas del lago de Nazaret. Fue llamado para seguirle como discípulo y Santiago y Juan, al instante, dejándolo todo, le siguieron. Así fue como empezó un camino de fidelidad que duró hasta el último momento de su vida cuando fue pasado a cuchillo por orden del rey Herodes.

La Iglesia, cuando el día de Santiago cae en domingo, celebra un Año Jubilar. Lo hace desde exactamente ocho siglos para recordar la grandeza de este apóstol, para recordar su fidelidad y para animarnos a todos a vivir en camino hacia Santiago de Compostela, a vivir peregrinos y a rezar por las intenciones del Papa, confesar y comulgar que son las condiciones para ganar el Jubileo. Así se está viviendo este año en España y también, por especial dedicación del Papa Francisco, será también el año que viene con motivo de la pandemia de la covid-19.

Escuchamos en la Primera Lectura y en el Evangelio dos acontecimientos de su vida que nos pueden ayudar hoy en nuestra vida cristiana. Lo primero es un encuentro que tienen los apóstoles en el Sanedrín. Se encuentran allí juzgados por tres cosas: por decir que ellos son los culpables de la muerte de Jesús, por decir también que Jesucristo es el Señor y que está vivo. “¿No os habíamos prohibido formalmente enseñar en nombre de ese?” le dice el Sanedrín y Simón Pedro coge la palabra y repite las tres cosas que tenía prohibido decir: “Jesús es el Señor, él ha resucitado, vosotros sois los que lo matasteis”. De alguna manera los apóstoles cumplen su misión por encima de la voluntad de los hombres y nos deja una frase que sigue siendo hoy de actualidad: “Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres”.

La obediencia a Dios nos habla de una demostración de nuestro amor a Él, de la primacía del Señor por encima de todo lo demás y de la aspiración a una vida eterna que solo Dios nos puede dar. Cuando obedecemos a los hombres antes que a Dios nos estamos quedando con lo que no es importante. Esta fidelidad de los apóstoles a cumplir la misión de Jesús tiene una consecuencia inmediata: el Rey Herodes pasó a cuchillos el apóstol Santiago. Ser fiel suele cuesta la vida.

La Lectura del Evangelio también es un acontecimiento muy típico: la madre de Juan y de Santiago se presenta al Señor y le dice que quiere que sus hijos estén a la derecha y a la izquierda en el Reino de los Cielos. Es como una madre que se preocupa del futuro eterno de sus hijos. Pero el Señor les dice: ¿Ellos serán capaces de dar testimonio de mí hasta el final?”. Y los apóstoles les dicen que sí y fue verdad, Santiago y Juan dieron testimonio hasta el final de sus vidas.

En cualquier caso, de lo que nos habla la figura de Santiago el Mayor es de una vida fiel, entregada a Jesucristo, lo han conocido y reconocido como el Señor, han compartido con Él los momentos más importantes de su vida. De alguna forma, esa fidelidad se continúa en el tiempo hasta su propia muerta.

Podemos decir que a nosotros se nos pide la misma fidelidad, incluso hasta dar la vida por el Señor. También nos encontramos con muchos santos que hoy en día lo pagan por su vida. Basta recordar a los mártires coptos que hace unos años dieron su vida a orillas del Mediterráneo, en la costa de Libia y fueron pasados a cuchillo como el apóstol Santiago.

Santiago fue fiel y gracias a eso fue santo y recordado en nuestro país porque según una antiquísima tradición Santiago fue él quien evangelizó España. Aquí había alguna colonia romana y entonces él vino a anunciar el Evangelio. También hay otra tradición que dice que la Virgen María tuvo que venir a socorrerle cuando el Apóstol Santiago se desanimó al ver que los habitantes de la Península no creían en el Señor y no se convertían.

Cuando Santiago murió tenía unos 35 años y ya alcanzó la palma del martirio. Después Santiago, dice la tradición, tuvo un papel relevante en la Reconquista de España y se apareció durante la celebración de la Batalla de Clavijo y encabezó a las tropas cristianas que se unieron en torno al grito de “¡Santiago y cierra, España!” y con eso se fue realizando la Reconquista.

De algún modo esta tradición está vinculada a la llegada de peregrinos a través del Camino de Santiago desde el Siglo X cuando se encuentran sus restos a la ciudad de Compostela. El Papa, en el año 1222, declaró que cada año que fuera Santiago domingo sería un Año Jubilar y en 1630 se declaró Santiago patrono de España.

Es un buen día para pedir por nuestro país, por las personas que lo gobiernan, por los que trabajan por el bien común en esta tierra y para pedir por todos los cristianos para que sepamos dar testimonio como lo dio Santiago.