Los cuatro rasgos que definían a las primeras comunidades cristianas: ¿Las mantenemos en la actualidad?

En muchas ocasiones nos pregunamos cual es el nombre de Dios. Algunos dirán que Jesús, al ser el nombre de Dios encarnado, otros dirán Espíritu Santo... Pero el Papa Francisco ha salido al paso de esta disyuntiva, y le reconoce como Misericordia.

Dios es misericordia con cada uno de nosotros. Es su misión, nos mira con un corazón misericordioso independientemente de tu delito y de lo que hayas hecho para perdonarte. Esto viene a que el segundo Domingo de Pascua es el día de la Divina Misericordia, en la que contemplamos de manera especial la misericordia de Dios con cada uno de nosotros, por cómo nos acoge, nos cuida y nos acompaña.

Fue una iniciativa del Papa San Juan Pablo II, gracias a su vez de la polaca Faustina Kowalska, que recibió esa iluminación de Dios. Un Dios que contigo y conmigo es misericordioso.

Me gustaría pararme en la Primera Lectura de este domingo, porque define bien lo que es la comunidad cristiana en aquel tiempo, una vez que Cristo resucita y el Espíritu Santo ya ha venido a la Iglesia, y escucharemos cómo eran las primeras comunidades cristianas. Cuatro son los rasgos que habría que revisar para determinar si nuestra comunidad cristiana pertenece a ese Pueblo de Dios que se inició en la Pascua.

Los discipulos eran constantes en cuatro puntos :

1) Escuchar las enseñanzas de los apóstoles. ¿Ahora lo somos? ¿Buscamos lo que dice el Papa o los obispos? ¿Tratamos de aprender de lo que nos quieren enseñar y aplicarlo en la vida cristiana?

2) Eran constantes en la vida en común. Se cuidaban unos a otros. Atendían a los que sufren. ¿Lo hacemos ahora? ¿Cómo soy de constante en el cuidado de los que sufren?

3) En la fracción del pan, en la Eucaristía. Hoy la Eucaristía se reserva a algo que se celebra el Domingo. Hay buenos cristianos para los que la Eucaristía es algo del fin de semana. Algunos incluso se consideran cristianos sin ir a misa. Las primeras comunidades eran constantes en la búsqueda del Señor.

4) Constantes en la oración personal y comunitaria. ¿Cuantas veces nos unimos hoy con nuestra comunidad religiosa para rezar?

El Señor nos invita por tanto a imitar estos cuatro rasgos de las primeras comunidades cristianas, porque 21 siglos después siguen siendo referencia y ejemplo.