Los milagros y las curaciones de Jesús, protagonistas en el Evangelio de este domingo
El periodista y sacerdote Josetxo Vera nos da las claves del Evangelio de este domingo, 5 de septiembre, en 'Chateando con Dios'
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A veces cogemos el Evangelio de Jesucristo y las narraciones de la historia del Pueblo de Israel y hay algunas cosas que se nos quedan un poco antiguas y creemos que no van a volver a pasar.
Esto nos va a pasar este fin de semana con las Lecturas. Nos vamos a encontrar que prácticamente hablan de lo mismo, milagros y curaciones increíbles de personas que tenían enfermedades incurables. En la Primera Lectura lo cuenta en futuro, “serán curados los sordos, los ciegos...”. Algo va a pasar en el futuro que va a producir la curación de las personas.
El Salmo lo cuenta en presente como si eso ya está pasando y vuelve a poner casi los mismos ejemplos. El Evangelio, que siempre nos ilumina y nos ayuda, nos pone a Jesucristo delante de una persona sorda y que además no hablaba. En el tiempo de Jesús la gente no oía y terminaba por no hablar. El Señor cura a esta persona poniendo sus manos en los oídos y en la lengua, y acaba sanando. Lo que parece increíble es que esos milagros se produjeron en tiempo de Jesús y que ahora no se produzcan. Da la impresión que es una cosa del pasado.
Falso de toda falsedad. Siempre ha habido milagros y también los hay hoy en día. Son milagros como los que narra el Evangelio, no son algo teórico. Un cojo que empieza a andar, un sordo que empieza a escuchar, un mudo que empieza a hablar. ¿Por qué decimos que en nuestros tiempos no hay milagros? Por una cosa que ya sale en Evangelio cuando Jesucristo dice: “Si tuvieras fe como un grano de mostaza, le pedirías a esta montaña que se moviera en el centro del mar, y se pondría”. ¿Qué es lo que nos falta a nosotros para pedir milagros? Nos falta la fe.
Hay una gran falta de fe, no hay personas que piden milagros, no hay una convicción de que el Señor hace milagros aquí y ahora. Lo primero que tenemos que pedirle es de aumentar nuestra fe. Por tanto pedimos al Señor la fe para pedir al Señor con fe. Este será el primer paso.
Si miramos a nuestro tiempo, con ojos de fe, también nos encontramos milagros ahora. Si miramos a nuestro entorno nos damos cuenta de cuántas cosas interviene Dios en el mundo de manera explícita. A veces por mediación de las personas que están junto a nosotros, a veces por mediación de los santos. Existen milagros en nuestro tiempo.
También nos hace falta una mirada de fe. Mirar a nuestro universo, a la gente que nos rodea con una mirada de fe. Vamos a pedir esta semana que el Señor aumente en nosotros la fe, para que podamos mirar a nuestro mundo con una mirada más cristiana.
¡Ojalá que lo vivamos así esta semana!