El perdón del Señor que aparece reflejado en el Evangelio de este domingo y del que tenemos que aprender

El periodista y sacerdote, Josetxo Vera, nos da las claves del Evangelio de este domingo en 'Chateando con Dios'

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Josetxo Vera

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No sé cuántas veces has dado catequesis en tu vida o la has recibido pero lo importante será preguntarse cuándo ha sido la última vez que has ido a catequesis. Está bien de vez en cuando pensar donde nos formamos como cristianos para conocer y refrescar los principales temas de la religión cristiana: en qué consiste la Biblia, quién eran los profetas, cuáles son los Diez Mandamientos, en qué consiste el Credo etc.

Todos necesitamos un lugar donde formamos nuestro conocimiento sobre Dios. Estoy presuponiendo que no vas a catequesis y me estoy equivocando seguramente. Si has dado catequesis alguna vez te viene a la cabeza el número 490. Sobre todo, a partir de un fragmento del Evangelio que es un encuentro del Señor con los discípulos en el que estos últimos les preguntan: “¿Cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?”.

En la Biblia el siete es el número de la plenitud, de la totalidad. Y la respuesta del Señor es “no te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete”. Y entonces los niños hacían la multiplicación y llegaban al número 490. Hay dos parámetros a la hora de perdonar: el perdonar siempre y el perdonar todo.

Imaginaos una persona que lleva pidiendo perdón al Señor con una frecuencia semanal. Si hiciéramos una multiplicación y pensamos las veces que nos confesamos de lo mismo nos daríamos cuenta de que llevamos muchos años pidiéndole perdón al Señor de lo mismo. ¿Cuántas veces le hemos pedido perdón al Señor? Quizás más veces de 490 y el Señor nos perdona siempre y nos perdona todo.

Cuando en el Padre Nuestro decimos “perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden” tenemos que hacer una revisión de como perdonamos a los demás. Algunas veces incluso decimos frases como “esto es imperdonable”. Tenemos que hacer el esfuerzo nosotros de conseguir perdonar como perdona Él, siempre y todo.

El Señor pone un ejemplo nítido en el Evangelio, un siervo que le debía a su señor diez mil talentos. El señor decide de ir a juicio con el siervo, de quitarle todo y de venderlo como esclavo y así se acababa la deuda. Pero el siervo le pide perdón y el señor le perdona la deuda. Entonces viene un compañero del siervo que le debe 100 denarios y el siervo no es capaz de perdonarle.

Es la misma relación que pasa entre nosotros y Dios. Él nos perdona todo y sin embargo nosotros no somos capaces de perdonar a alguien que nos debe una tontería. El Señor nos pide en este día perdonar, ser capaces de decir con verdad el Padre Nuestro y tener el músculo suficiente para decirle al Señor “perdóname, como yo perdono”.

Es el margen de mejora para esta semana, disfrutar del perdón del Señor que siempre nos perdona y ponernos a perdonar a los que tenemos al lado las ofensas que nos hacen, que no son ni tantas ni grandes ni graves.

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