Los tres dones que Jesucristo nos ha concedido para poder vivir en paz en un mundo repleto de conflictos

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La vida del Ministerio Apostólico es complicada. Vivir como cristiano implica ser sacudido en un contexto donde la política lo impregna todo. El Evangelio no da la razón a los políticos de uno u otro signo, sino de Jesucristo, que ya anunció a los apóstoles que, si llegan a un sitio y no son recibidos por gente de paz, pueden dejarlos plantados y marcharse.

También le pasó al profeta Amós, y que se refleja en la Primera Lectura de este domingo. Intentaron que dijera lo que ellos querían, y no lo que Dios quería. Amós se olvidó de ellos y les dijo que no era profeta, pero sí le enviaron a una misión.

La Iglesia tiene la misión de anunciar la salvación y compartirla. El mundo de la política lo tienen que arreglar ellos. En la Segunda Lectura del Evangelio de este domingo, se anuncia la gran noticia en un cántico que San Pablo dedica a Jesús dentro de su carta a los Efesios.

Hay tres palabras que nos dice: que Dios nos ha bendecido; que Dios nos ha elegido y que Dios nos ha destinado.

Dios nos ha bendecido en la persona de Cristo por iniciativa suya. Hemos recibido en Cristo todas las bendiciones. A veces, en nuestra vida buscamos otro tipo de bendiciones como la del poder o dinero. Andamos equivocados creyendo que la fortaleza es el poder. La bendición más grande que podemos tener es la Dios.