La presencia de estos niños refugiados en nuestro colegio nos enriquece

Escuchamos a la Hermana Amparo, esclava de Cristo Rey.

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Redacción Religión Jesús Luis Sacristán

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Hermana Amparo:

También además de esa acogida yo lo veo más desde el punto de vista, no de ayudar a alguien que está desfavorecido sólo sino también que ellos tomen conciencia de que esto es una oportunidad que a nosotros nos enriquece. Yo comprendo que ellos quieran volver a su casa. Pero yo el día que se vayan voy a sentir mucha pena porque para mí es un regalo. La verdad es que sí. Yo creo que cuando tengan que volver -y ojalá que puedan hacerlo si es su deseo- pero les vamos a echar de menos.