Es una alegría tener el Sagrario entre tanta aguja y tanto enfermo

Escuchamos el testimonio de Diego Antonio Molina.

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Redacción Religión Jesús Luis Sacristán

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Diego Antonio Molina:

Estos cinco años, si digo la verdad, los he vivido como el gran regalo de mi vida, pues el poder abrir cada día que estoy allí, el Sagrario que es una Habitación, descalzarte ante ese Jesucristo clavado con tanta aguja y acompañar el dolor, el sufrimiento, los procesos de la vida de tantas pseronas que están allí. Esa fue mi razón. Me hicieron el Capellán del hospital y ahora a los cinco años, también me han hecho Delegado. Y compagino, por eso, la Parroquia con el hospital