Antonio Pelayo, corresponsal en Roma de A3: "Es una Semana Santa diferente, no una Semana Santa indiferente"

Este sacerdote vallisoletano lleva viviendo en Roma gran parte de su vida como corresponsal en la Ciudad Eterna y el Vaticano

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Entre todos los que están participando este Jueves Santo tan especial, tan distindo al de otros años, en este proyecto de COPE.es, en este programa especial "Unidos en COPE", nos encontramos con Antonio Pelayo, corresponsal de A3 en Roma y el Vaticano y colaborador de 'Iglesia Noticia' que puedes escuchar todos los domingos en la Cadena COPE antes de la Santa Misa.

Este sacerdote vallisoletano y asesor de religioso de la Embajada de España ante la Santa Sede está viviendo unos días muy especiales desde que se declaró el confinamiento en Italia. Nunca y lleva muchos años viviendo en la Ciudad Eterna, Antonio Pelayo había vivido nada igual. 

“Es algo inesperado para mí como para todos, vamos a vivir una Semana Santa diferente y única en la historia de la Iglesia, pero lo que he pensado estos días es que una cosa es que la Semana Santa sea diferente y otra cosa es que sea indiferente".

Como hombre de extensa cultura y como pensador, Pelayo tiene claro que estos días no van a pasar por la vida de nadie sin dejar una huella. "Esta Semana Santa va a permitir a los fieles cristianos y, en general a las personas que tengan capacidad de reflexión, una interiorización y una capacidad para separar lo esencial de los superfluo. La Semana Santa, en España, lógicamente para mucha gente son las procesiones, las cofradías, los grandes pasos, los grandes desfiles que tienen una gran valor cultural y religioso, pero, evidentemente, lo que es fundamental son los ritos litúrgicos y esos se van a celebrar, va a haber Domingo de Ramos, va a haber Jueves Santo, va a ver Viernes SantoDomingo de Resurrección. Por lo tanto, interiorizar eso, y se van acabar, por las condiciones que estamos viviendo en Italia y también en España, las vacaciones de Semana Santa, el irse a las playas, a la montaña porque la gente no va a poder salir de sus casas".

¿Cómo está siendo el papel de la Iglesia en estos momentos? "La Iglesia tiene que acompañar a sus hijos, no solo a sus hijos, sino a todos los hombres en este camino duro que nos está planteando esta terrible pandemia y, cuando uno es un fiel cristiano no puede olvidarse de la solidaridad porque la solidaridad es un elemento fundamental de la caridad y el Jueves Santo es el día del Amor fraterno y este año, el Jueves Santo lo tiene que ser, al cien por cien, día del Amor fraterno, día de la solidaridad. Y esa solidaridad debemos demostrarla quedándonos en casa, evitando nuestro contagio y evitando el contagio a los demás. Luego, por supuesto, está la acción de la Iglesia para dar de comer. Como ha dicho el Papa estos últimos días, esta terrible epidemia está haciendo que muchas familias no tengan que comer, porque el padre se ha quedado sin trabajo porque era un trabajador temporal y no tienen que comer, no comen. La Iglesia a través de Cáritas, de todo su movimiento solidario como la Comunidad de San Egidio están organizando el poder dar de comer a muchas familias que, si no, pasarían hambre".

Antonio Pelayo, corresponsal de Antena 3 en Roma y el Vaticano, está acostumbrado a hacer contar como periodista lo que ocurre en cada momento. Sus últimas crónicas hablan de una Roma vacía, algo surrealista e inimaginable, incluso si le apuras, diría que irracional por inédito. “Vivo a diez metros de la Plaza de España, una de las zonas de Roma más visitada por los turistas de todo el mundo que vienen a Roma. Cuando paso todos los días por la plaza para ir a la Embajada de España ante la Santa Sede que está en ella, está literalmente vacía. Están los dos militares italianos que cuidan de la embajada, el quiosquero, un coche o dos de la Policía y alguna persona que va a la farmacia que hay allí. Cuando me asomo a la ventana, veo a una persona, es más cuando hay dos personas ya son una multitud y esto a las 9 de la mañana, a las 12 y a las 6 de la tarde; a la caída de la noche no hay nadie, nadie, nadie. En la Fontana de Trevi, que había que entrar a codazos para poderse acercar, ahora está vacía, literalmente, vacía. Es un aspecto surreal que quien no lo vea no lo podría creer y que yo, que vivo aquí desde hace muchos años, no había visto nunca nada ni parecido".

¿Cómo va a ser este Jueves Santo? "Para mí va a ser una frustración no poder asistir a la Misa Crismal que celebra cada obispo con sus sacerdotes y que celebra el Papa en la Basílica de San Pedro con más de 1.000 sacerdotes, no todos los que vivimos en Roma, pero la inmensa mayoría, íbamos a esa misa. Esa misa, el Papa la va a celebrar, pero sin fieles, por lo tanto, sin sacerdotes y, ese era el día en el que se pone de manifiesto la unión del prebisterio con su obispo, en este caso con el obispo de Roma que es el Papa. Por tanto, este Jueves Santo, esta Misa Crismal no va a tener ese mismo carácter. Luego no vamos a tener, entre comillas, el espectáculo del Papa lavando los pies, como ha hecho los últimos años, a detenidos, a mujeres y hombres, no todos cristianos, ese gesto sublime de humillación de lavar los pies, como hizo el Señor, con los doce discípulos antes de la Pasión. Por lo tanto, va a ser un Jueves Santo muy especial, muy excepcional y con una cierta frustración que habrá que suplir con la unión espiritual al Papa, en ese día, por ser el obispo de la diócesis de Roma y a nuestro Señor Jesucristo porque ese día comienza el Triduo Sacro, el jueves, viernes y sábado", y vuelve a repetir, "estamos en una Semana Santa diferente, que no indifetente".

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