El joven que lucha por entrar en las Fuerzas Armadas para ser Soldado de Cristo

Para Álvaro, ese camino le ha costado una distancia y un reencuentro con Dios. Sus armas como Soldado de Cristo, la oración, la misa y el rosario

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Mi nombre es Álvaro, tengo 24 años y estoy terminando Ingeniería de Organización Industrial para después cumplir mi sueño de ingresar en las Fuerzas Armadas.

Vengo de una familia católica pero a los 19 años tuve un distanciamiento con el Señor. Un cúmulo de cosas entre ellas no conseguir ingresar en las Fuerzas Armadas me llevaron a eso. Me volví una persona fría y distante, me centraba en lo mío y punto, tenía un corazón frío.

El año pasado, el Señor me dió una oportunidad de volver a Él, me abrió los ojos. Poco a poco Él me fue llenando y comencé a hacer algo que nunca había hecho, ORACIÓN. Qué importante es la oración, el trato con nuestro Padre. Poco a poco, me uní más a Él, poco a poco le sentía más, hasta que en junio de 2018 me envió a mi vida una bendición. Esa bendición me ha hecho unirme mucho más al Señor, su nombre es Leyre, una persona que a pesar de mis errores sigue ahí queriéndome, apoyándome en todas las cosas y que me ha enseñado a amar.

El Señor abre puertas cuando uno menos lo espera y a mi en cuestión de meses me ha abierto una puerta espiritual (volver a Él), emocional (una mujer), profesional (guía sobre mi sueño).

El pilar fundamental es la oración y rezar el Rosario a nuestra Madre, Ella siempre intercede y está SIEMPRE a nuestro lado.

Animo a volver a Cristo, siempre está deseoso de que volvamos a Él. Dios es el único que nos llena en la vida y nos llena de amor y nos enseña a amar y lo dice alguien que no amaba.

Yo me presento e identifico como Soldado de Cristo, alguien con una misión en la vida, un propósito por el cual Dios me creó. Ahora se que mi vocación es la Santidad y que para alcanzarla hay que estar unido a Dios por eso me cerró la puerta a mi sueño para unirme primero a Él y lo demás vendrá por añadidura.

Quiero decir a los jóvenes que no tengáis miedo a sentiros soldados de Cristo, a dar testimonio del Señor y que pase lo que pase Dios siempre está ahí esperándonos.

Para terminar, destaco la importancia de la ORACIÓN, hablad de todo pues es nuestro Padre, la importancia del Rosario a nuestra Madre, de la Santa Misa y de dar testimonio de Cristo. Esta es mi forma de vivir mi Fe, como Soldado de Cristo.

Puedes leer el artículo original en el sitio web de "Jóvenes Católicos" y seguir sus mejores historias en su sección de COPE.es "Bendita Juventud"