'Apuntando a lo alto': “Cuando uno tiene contacto con la fe, el tiempo se aprovecha más”

Raúl Tinajero se ha reunido una semana más junto a sus colaboradores para reflexionar en este nuevo programa sobre la importancia de priorizar y no malgastar el tiempo

Video thumbnail
00:00

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Esta semana, 'Apuntando a lo alto', ha elegido 'el tiempo' como tema para el diálogo. ¿Cómo lo estructuramos?, ¿lo aprovechamos realmente?. Los colaboradores que han acompañado a Raúl Tinajero en esta charla han sido José Vicente Rodríguez, quien pertenece al movimiento de JRC (Jóvenes por el Reino de Cristo), y a Miriam Blanco, que colabora con la Delegación de Jóvenes de Madrid.

A veces, el tiempo nos parece infinito. Con el ritmo frenético que llevamos todos los días, no nos damos cuenta que es fundamental que prioricemos en nuestras actividades. Estamos en un bucle continuo de estrés y necesitamos estructurar nuestro tiempo de forma adecuada. Pero, ¿qué significa esto?; darle importancia a lo que realmente es importante.

Es por ello que es importante hacernos esta pregunta y dirigirla a los jóvenes. Nos cuenta Miriam que “con tantos estímulos externos es muy fácil distraerse y el aspecto espiritual lo podemos abandonar un poco más”. Es por ello necesario saber parar. Parar y reflexionar hacia dónde vamos, hacia dónde se encamina nuestra vida y dónde estamos poniendo el foco. Como seres humanos que somos y ,por lo tanto, imperfectos, tendemos a la comodidad. Pero esa comodidad, muchas veces, puede hacer que nos perdamos lo mejor. En este aspecto juegan un papel fundamental las redes sociales, un lugar en el que cada vez los jóvenes invierten más tiempo. Raúl Tinajero les ha lanzado esta pregunta los invitados: “¿Qué mensaje debemos mandar a estos chicos para que aprendan a valorar el tiempo y a aprovecharlo?”.

Miriam nos cuenta que “cuando uno tiene cierto contacto con la fe, resolver esta cuestión es mucho más fácil”. Con la esperanza puesta en Cristo, sabemos a dónde nos estamos dirigiendo y, aunque no siempre lo hagamos, el mensaje lo conocemos. Eso es ya suficiente para saber cómo debemos aprovechar ese tiempo. El cierre a la reflexión es clara: para un joven cristiano, una de sus prioridades debe ser potenciar y cuidar ese encuentro personal con Jesús.