Apuntando a lo alto: Inteligencia Artificial, ¿apoyo o sustituta?

La Inteligencia Artificial es un reto, sea por desconocimiento o porque nos supera. ¿Los jóvenes van a adelantarse a estas innovaciones? Hay que tratar este tema por las oportunidades, potencial y problemática que conlleva.

Una semana más en ''Apuntando a lo alto'', Raúl Tinajero se reúne con dos jóvenes para tratar el tema. Hoy son Dani Díaz-Rincón, toledano y responsable de jóvenes de Acción Católica General, y Miriam Blanco, miembro de la Delegación de Jóvenes de la archidiócesis de Madrid.

Para Dani, la IA ‘‘son sistemas y programas que autónomamente resuelven problemas o dan respuesta’’. La IA está implantada desde hace tiempo, pero ahora está creciendo mucho. ‘‘Para hacernos la vida más fácil’’ comenta Miriam.

¿A dónde podemos llegar?, ¿nos vamos a quedar sin trabajo?, ¿y los compositores de música?

Para Raúl, ha empezado como algo muy profesional, aunque va camino de democratizarse, al alcance de todo el mundo. La IA, ‘‘utilizada por gente sin formación ni conciencia adecuada, puede tener problemáticas’’. ¿Quién corrige el trabajo de la Inteligencia Artificial?, ¿de quién es la responsabilidad si hay fallos, del usuario que no filtra la información que obtiene, o de los programadores? Más preguntas que respuestas, es la tónica general de la IA hasta ahora.

Una vez más, salimos a la calle para conocer la opinión de los jóvenes. ‘‘Conozco un poco, pero creo que se me escapan unas cuantas cosas’’, ‘‘desconozco más de lo que conozco’’, ‘‘Creo que nos puede ayudar, pero mucha gente no lo maneja y puede tener consecuencias’’. También hemos conseguido hablar con personas que trabajan con IA. ‘‘Puede ser un arma de doble filo: ayuda en los procesos de trabajo, pero los seres humanos tenemos que tener un valor’’, ‘‘A nivel profesional puede automatizar procesos, y a nivel personal se pueden hacer cosas’’, ‘‘puede crear actividades, pero podemos dejar de ser creativos’’.

¿Podemos decirle a la IA: ‘‘hasta aquí’’? Los límites son dos según Dani: no se revisarla y si sustituye al ser humano. Miriam apunta a los niños, a cómo educarles para que puedan conocerla, manejarla y piensen por sí mismos ante este futuro marcado por la revolución de la IA.