Los jóvenes y la música, ¿son de verdad un espacio de diálogo?: "Te puede ayudar en tu vida diaria"

Apuntando a lo Alto, el programa de la Pastoral de Juventud de España, que acompaña a los jóvenes en su descubrimiento de Jesús y en sus experiencias pastorales, sigue reflexionando sobre temas de actualidad para escuchar y dialogar con ellos. En este tercer programa de la nueva temporada el tema principal ha sido el de la música, ¿es de verdad un espacio de diálogo entre los jóvenes? También el nuevo episodio ha tenido el estreno de dos secciones: 'Laudato Sí' y deportes.

En Diálogo Abierto, centro del programa donde se da protagonismo a los jóvenes se ha podido escuchar el testimonio de dos colaboradores: José Vicente Rodríguez, joven de Toledo que actualmente colabora con el movimiento Jóvenes por el Reino de Cristo y Míriam Blanco, joven que trabaja y colabora en la DELEJU de Madrid.

¿Ven la música como un espacio de diálogo y encuentro con los jóvenes? Mientras que Vicente sí cree que los jóvenes conectan sobre todo con la música, Míriam subraya que más que diálogo entre los jóvenes, es una manera de expresar su vida: “La música que tu escuchas te sitúa en un lugar, en la sociedad y en el mundo en el que vives. La música que te gusta te ubica en un lugar de la sociedad”.

En los últimos años es verdad que hay algunas propuestas musicales que buscan profundizar en el corazón o simplemente reivindicar algo pero, ¿qué pasa cuándo estas propuestas van más allá y llegan a ser ofensivas o incluso incitan ciertas cuestiones morales?

Josevi intenta directamente “no escuchar ese tipo de música porque al final es algo ofensivo, no solamente en lo que se refiere a nuestra creencia o fe, sino que es ofensivo a ciertos colectivos. Es una falta de respeto y es verdad que la gente la escucha, la vive y la puede llevar también a su vida. Yo tengo incluso niños de catequesis que no sabiendo lo que dice la letra, la cantan porque es la moda”.

Míriam tiene claro que ahora mismo “nos bombardean con muchas letras ofensivas y al final va calando en nuestras vidas y vamos utilizando esas expresiones. Y en los adolescentes eso es peor, porque todavía están forjando su personalidad y su manera de ser. Si estoy escuchando una canción que va contra un colectivo, luego yo voy a hablar así en mi vida diaria. Nuestra mente se nos va ensuciando y va normalizando cosas que no se deberían normalizar”.

En todo caso, Josevi sí cree que “hay muchos grupos de música que te presentan realidades positivas y pueden ayudar mucho […] en toda la historia de la humanidad se han compuesto canciones para la Iglesia, canciones que te hacen reflexionar sobre tu vida”. Míriam, que además canta en un grupo de música, afirma que le ha ayudado mucho tanto en su oración personal como en su enriquecimiento personal: “Hay tantas letras que te hacen crecer y hay que saberlas escuchar. Hay letras que te ensanchan el corazón y suben el contenido. Te ayudan en tu relación con Dios y en tu vida diaria”.