La iglesia de Burgos que podrá ser restaurada gracias a los 30.000 euros aportados por los ciudadanos
Desde noviembre, la 'Asociación Amigos de Villamorón' e 'Hispania Nostra' pusieron en marcha una campaña de micromecenazgo para restaurar este histórico templo del siglo XIII
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El interior de la iglesia de Santiago Apóstol, ubicada en la localidad burgalesa de Villamorón (con un único habitante empadronado), podrá ser restaurada gracias a los 30.000 euros recaudados en la campaña de micromecenazgo que ha organizado la 'Asociación de Amigos de Villamorón' junto a 'Hispania Nostra'.
Una noticia que ha acogido con alegría el presidente de la 'Asociación de Amigos de Villamorón', Pedro Moreno, en Aleluya: “Nos llena de alegría que la gente haya respondido a la campaña y también de compromiso. Ya ayer hemos mantenido una primera reunión con los responsables de Patrimonio de la Junta de de Castilla y León para tramitar este proyecto que requerirá su tiempo”, ha explicado.
El coro de la iglesia, deteriorado por la carcoma y las paredes verticales son los dos elementos que se restaurarán en los próximos meses gracias a los 30.000 euros obtenidos y a la financiación, a priori por la misma cantidad, de la administración autonómica: “La idea es firmar un convenio por el que podamos participar en el programa '1+1', en el que si nosotros aportamos esa cantidad, la Junta de Castilla y León aportaría el mismo dinero. Con la suma de ambas partes se podría restaurar ambos elementos fundamentales y centrales de esta campaña de micromecenazgo”, ha recalcado Moreno.
En este sentido, el presidente de la asociación se muestra optimista, ya que uno de los aspectos más valorados por la Junta de Castilla y León es la participación ciudadana para no dejar sola a las administraciones en el cuidado de la restauración y mantenimiento del patrimonio: “
“No podemos adelantar fechas de inicios de los trabajos, porque solo hemos celebrado la primera reunión. Esperamos celebrar más reuniones después de Navidad. Desconocemos los plazos y los trámites. Confiemos en que se pueda ejecutar la obra cuanto antes, pero aventurar plazos es pronto y precipitado”.
Una iglesia referente en los inicios del gótico en Burgos
De estilo tardorrománico o protogótico tres son las características principales que la definen: ha llegado con muy pocas alteraciones hasta nuestros días, siendo considerada la primera que introduce el estilo gótico en Burgos; junto con otras de la comarca fue el prototipo en el que se inspiraron las llamadas iglesias fernandinas andaluzas de Córdoba y Sevilla; y muy probablemente los planos de su construcción vinieron de Francia como lo demuestra el hecho de que sus medidas estén no en pies castellanos, sino en el conocido pie de París.
En cuanto a detalles de su construcción, resalta su sobrio aspecto exterior, edificada con buenos muros de sillería, consta de tres naves, una cabecera cuadrada sobre la que se alza una compacta torre de aspecto defensivo. La fachada meridional, con una llamativa gárgola, está protegida por un amplio y casi amurallado atrio.
Su interior, encalado, está iluminado principalmente por un gran rosetón, abierto a occidente, bajo el cual se sitúa el coro de madera, muy necesitado de una restauración.
¿Quién la mandó construir? No hay documentos que lo atestigüen, pero se cree que pudo ser algún personaje poderoso de la corte castellana. De hecho, mientras Fernando III el Santo guerreaba en Andalucía, dejó a su hijo Alfonso X el Sabio a cargo de un ayo en la localidad cercana de Villadelmiro. De ahí que se crea que pudo haber sido alguien de ese entorno.
En los años setenta del pasado siglo XX y debido a la oleada de robos que por toda España estaba cometiendo Erik el Belga, el Arzobispado decidió llevar al Museo del Retablo en Burgos todo lo que había de valor en el templo de Villamorón: un retablo dedicado a San Joaquín y Santa Ana, un cristo románico, una cruz procesional de plata… Y desde entonces la iglesia de Villamorón dejó de tener culto regular, iniciándose así su declive.
Por ello, en la actualidad su interior presenta un aspecto vacío, descuidado, sin decoración alguna, lo que, por otro lado, aumenta su esbeltez y austeridad, agrandando la sensación espacial. Carece incluso del retablo principal, que se tuvo que desmontar hace cinco años debido al peligro que su estado representaba.