¿Sabías que durante el Camino de Santiago hay un pueblo que sirve vino en una de sus fuentes?

Irache es una localidad del municipio navarro de Ayegui, perteneciente a la merindad de Estella. Hasta allí se ha desplazado Javier Escartín para mostrar a los espectadores de 'Diario de un peregrino' su monasterio, que a lo largo de los siglos ha sido un hospital durante las 'guerras carlistas', un hospital de peregrinos, una universidad o un colegio religioso gestionado por los Escolapios.

Uno de los responsables del cuidado del monasterio, Gaitzka Olave, comentaba que la portada principal pertenece al siglo XIII, mientras que la torre es posterior, del siglo XVI. Una de las particularidades del edificio se encuentran debajo de las ventanas, donde se puede apreciar varios boquetes.

“El motivo es de pura actualidad, ya que se debió a la pandemia que hubo hace cien años, la gripe española. Esto era un seminario por aquel entonces y, cuando vinieron unos doctores de Barcelona, les comentó a los seminaristas que tenían que ventilar las habitaciones, e idearon este sistema. Este monasterio como mínimo ha vivido dos pandemias”, afirma Olave con una sonrisa, consciente de que el edificio religioso ha vivido muchas más 'covid-19' o ' gripes españolas'.

Otra de las particularidades del monasterio de Irache es que bajo tierra se encuentran dos iglesias que fueron descubiertas durante las excavaciones arqueológicas del año pasado: “Ya sabíamos que había una iglesia debajo, pero aún así, había una segunda iglesia subterránea que data como mínimo del siglo X”, detalla.

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Diario de un peregrino: 6ª etapa, Estella - Los Arcos

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La fuente de Irache que, además de agua, ofrece vino

Tras abandonar el monasterio y a tan solo unos metros, Javier Escartín tuvo la oportunidad de leer el siguiente letrero junto a una fuente: “Si quieres llegar a Santiago con fuerza y vitalidad, de este gran vino echa un trago y brinda por la felicidad”.

En un primer momento, el presentador de 'Diario de un peregrino' no creía que la fuente diera vino... ¡hasta comprobar que era cierto! El caldo es proporcionado por 'Bodegas Irache' y, casualidades de la vida, allí se encontraba en aquel momento Naudí Romero, responsable de la empresa.

“Lo que tratamos es seguir la tradición del monasterio, en la que los monjes ofrecían vino a los peregrinos, e incluso lo empleaban para sanar sus heridas y, nosotros, hacemos lo mismo ahora. Tenemos dos caños, uno de vino y otro de agua para que los peregrinos sacien su sed. Colocamos unos 100 litros de vino joven para que se lleven un buen recuerdo del monasterio, del Camino y de 'Bodegas Irache'.

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