EVANGELIO DEL DÍA

Evangelio 29 abril: "Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados"

San Mateo 11, 25-30

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Redacción digital

Madrid - Publicado el

2 min lectura

El Evangelio del día 29 de abril de 2019 con las lecturas de hoy:

Lectura del santo Evangelio según san Mateo 11, 25-30

En aquel tiempo, exclamó Jesús: -"Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mí yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera".

Primera lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 1, 5-2, 2

Queridos hermanos: Os anunciamos el mensaje que hemos oído a Jesucristo: Dios es luz sin tiniebla alguna. Si decimos que estamos unidos a él, mientras vivimos en las tinieblas, mentimos con palabras y obras. Pero, si vivimos en la luz, lo mismo que él está en la luz, entonces estamos unidos unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos limpia los pecados. Sí decimos que no hemos pecado, nos engañamos y no somos sinceros. Pero, si confesamos nuestros pecados, él, que es fiel y justo, nos perdonará los pecados y nos limpiará de toda injusticia. Si decimos que no hemos pecado, lo hacemos mentiroso y no poseemos su palabra. Hijos míos, os escribo esto para que no pequéis. Pero, si alguno peca, tenemos a uno que abogue ante el Padre: a Jesucristo, el Justo. Él es víctima de propiciación por nuestros pecados, no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero.

Salmo 102, 1-2. 3-4. 8-9. 13-14. 17-18a

R. Bendice, alma mía, al Señor.

Bendice, alma mía, al Señor,

y todo mi ser a su santo nombre. 

Bendice, alma mía, al Señor, 

y no olvides sus beneficios. R.

Él perdona todas tus culpas 

y cura todas tus enfermedades, 

él rescata tu vida de la fosa 

y te colma de gracia y de ternura. R.

R. Bendice, alma mía, al Señor.

El Señor es compasivo y misericordioso, 

lento a la ira y rico en clemencia; 

no está siempre acusando 

ni guarda rencor perpetuo. R.

Como un padre siente ternura por sus hijos, 

siente el Señor ternura por sus fieles; 

porque él conoce nuestra masa, 

se acuerda de que somos barro. R.

Pero la misericordia del Señor dura siempre, 

su justicia pasa de hijos a nietos, 

para los que guardan la alianza. R.

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